Este primero de enero se celebra el Aniversario 61 del Triunfo de la Revolución, uno de los hitos más grandes de la historia de Cuba.
Los líderes cubanos Fidel y Raúl Castro, el guerrillero argentino Ernesto Guevara (Che), junto a 80 expedicionarios más, zarparon de forma clandestina el 25 de noviembre de 1956 del puerto de Túxpan (México), para emprender un gran viaje que daría comienzo a la Revolución Cubana. Sin embargo, no fue hasta el primer día del año nuevo de 1959 que lograron su objetivo.
Este día tiene un significado especial, ya que una noticia estremeció el país: Fulgencio Batista, quien había tomado el poder el 10 de marzo 1952 mediante un golpe de Estado, había abandonado la isla en la madrugada. El dictador estaba convencido finalmente de que no podía resistir el empuje de los “barbudos”,comandados por Fidel, quienes después de hacerse fuertes en las zonas montañosas de la entonces provincia de Oriente, avanzaban hacia Occidente.
La ofensiva revolucionaria definitiva había comenzado el 20 de noviembre con la Batalla de Guisa, donde columnas de los frentes orientales II y III del Ejército Rebelde cerraron el cerco sobre Santiago de Cuba, la más importante ciudad en el este del país. El tren blindado enviado por el gobierno para reforzar la defensa en las zonas beligerantes, fue descarrilado por tropas guerrilleras encabezadas por Ernesto Che Guevara, quien se adueñaba de la ciudad de Santa Clara, a finales de diciembre. Camilo Cienfuegos conquistaba Yaguajay, también en el centro de la Isla, por esos mismos días y en las ciudades, la lucha clandestina arreciaba por minutos.
Pocas eran las familias cubanas, de cualquier clase social, que no contaban con algún miembro involucrado en la resistencia contra el gobierno dictatorial: miles de jóvenes habían sido torturados o asesinados; otros vivían en un permanente clandestinaje, habían subido a las montañas o estaban en el exilio, de ahí que la noticia de la huida de Batista y sus más allegados provocara un estallido de júbilo colectivo.
Aquella mañana luminosa en la que con gritos, disparos al aire y cantos recibían a los revolucionarios, el pueblo daba muestras de alegría. Se entonaban las notas del Himno Nacional o la Marcha del 26 de Julio. Cuba estaba feliz, pues se abría una nueva era que devolvió la libertad, la soberanía, permitió el acceso a la salud y la educación; a la vez que elevó la dignidad de todos sus habitantes. Por eso en estas fechas siempre decimos:
Viva Cuba!!! Viva la Revolución!!!
Viva eternamente nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro, en la memoria y el corazón de todos los cubanos!!!