“En medio del caos, la resiliencia es el faro que nos guía hacia la calma, la salud mental es la base para renacer después de la tormenta.”
Los desastres naturales y emergencias, como huracanes, inundaciones, sismos o pandemias, no solo dejan daños materiales, sino también un profundo impacto en la salud mental de las personas. En Cuba, un país frecuentemente afectado por fenómenos climáticos, la capacidad de recuperación emocional y psicológica es tan crucial como la reconstrucción física. La resiliencia entendida como la habilidad para adaptarse y superar la adversidad se convierte en un pilar esencial para enfrentar estos desafíos.
Las situaciones de emergencia generan estrés, ansiedad, temor, duelo e incluso trastornos postraumáticos. En Cuba, donde eventos como el huracán Rafael (2024) o la pandemia de COVID-19 pusieron a prueba la fortaleza colectiva, el bienestar psicológico es una prioridad. Las personas expuestas a pérdidas materiales, separación familiar o incertidumbre prolongada, requieren apoyo emocional para evitar secuelas a largo plazo. Leer más