Es el tumor más frecuente en hombres mayores de 50 años, a su vez es el cáncer más frecuente en hombres a nivel global, cursa de manera asintomática en sus inicios y tal vez por los propios tabúes que genera la masculinidad, suelen dar poca importancia a los síntomas, aunque su tasa de sobrevivencia es alta (más de un 90%), si es detectado en etapas tempranas, lamentablemente la mayoría de las veces es diagnosticado en etapas avanzadas. Nos referimos al Cáncer de Próstata. El ¨Día Mundial contra el Cáncer de Próstata¨, se conmemora cada 11 de junio, buscando difundir información vital para educar a la población masculina sobre la importancia de realizarse chequeos médicos periódicos, romper tabús y elevar los conocimientos sobre los síntomas de alerta, lo cual es esencial, dado que este tumor suele ser asintomático en etapas iniciales, retardando el diagnóstico y reduciendo las posibilidades de cura.
Se debe educar en primer lugar a los hombres y su familia sobre los factores de riesgo, siendo la edad el factor principal, ya que la probabilidad aumenta después de los 50 años. Otros factores incluyen el origen étnico (mayor incidencia en afrodescendientes), antecedentes familiares (padre, hermano o hijo con cáncer de próstata o mamas) y cambios genéticos heredados BRCA1 o BRCA 2 (Ej. mutaciones hereditarias y Cáncer colorrectal hereditario sin poliposis). La incidencia se asocia también a otros factores modificables como la obesidad, la falta de actividad física, tabaquismo, alcoholismo, infecciones de transmisión sexual (ITS) y una dieta alta en grasas animales. Conocer estos factores ayuda a identificar quiénes deben realizarse chequeos regulares.
Aunque en sus etapas iniciales puede ser asintomático, hay señales de alerta que no deben ignorarse, entre ellas dificultades para orinar (dolor, ardor, nicturia, urgencia miccional), disminución de la fuerza del flujo de la orina, esfuerzo para vaciar la vejiga, pérdida del control del esfínter, sangre en la orina (hematuria), disfunción eréctil (impotencia sexual), eyaculación dolorosa, sangre en el semen (hemospermia), dolor o presión en la pelvis, muslos, testículos, recto, caderas y espalda, dolores óseos y pérdida de peso sin causa aparente.
La salud masculina debe ser una prioridad en todas las etapas de la vida. Además, adoptar hábitos preventivos puede reducir significativamente el riesgo de desarrollarlo. Abordando la prevención desde el punto de vista general, existen hábitos que protegen, la ciencia respalda que estas medidas influyen en la reducción del riesgo. Mejorar la alimentación (consumir más vegetales (tomate, brócoli), frutas, pescado y granos integrales, menos carnes rojas y lácteos grasos), realizar ejercicios (150 minutos semanales de actividad moderada (caminar, nadar), controlar el peso (evitar la obesidad), evitar hábitos tóxicos (no fumar y moderar el alcohol) y evitar las Infecciones de Trasmisión Sexual (ITS).
En cuanto a la prevención específica, lo más importante son las recomendaciones profesionales basadas en evidencia, con los chequeos programados como principal indicación. Para los hombres sin factores de riesgo se recomienda el primer control a los 50 años, a los hombres con antecedentes familiares o afrodescendientes debe iniciar a los 45 años, siendo clave en ambos casos la realización del PSA (Antígeno de superficie Prostático) y el tacto rectal (exploración rápida e indolora).
Como profesionales de la salud, hacemos un llamado:
– Hombres: Asuman su salud como prioridad. Realicen su chequeo anual.
– Familias: Animen a sus padres, esposos o hermanos a chequearse.
La prevención no es miedo; es responsabilidad y amor por la vida. Cuidar la salud es el mejor acto de amor propio y familiar. El cáncer de próstata tiene alta curación si se detecta a tiempo. La mejor herramienta es la conciencia: conocer las señales, romper tabús y actuar sin demora. Su próstata no avisa… ¡sus chequeos sí! Su acción hoy define su salud mañana.
Dra. Vivian Ruiz Guerrero
Especialista ENT
Biblioteca Virtual en Salud
Editorial Ciencias Médicas
