Los alimentos contaminados pueden causar una amplia gama de enfermedades desde una intoxicación alimentaria leve hasta enfermedades grave que conlleven a la muerte. En un mundo donde la globalización y el cambio climático afectan nuestras cadenas de suministro, es esencial unir esfuerzos para prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos y promover prácticas seguros en la producción y consumo. La inocuidad alimentaria es un pilar fundamental para la salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, casi 600 millones de personas se enferman tras consumir alimentos contaminados, lo que representa aproximadamente 1 de cada 10 personas en el mundo. Las consecuencias de estas enfermedades no solo afectan la salud individual, sino que también tienen un impacto significativo en las economías y los sistemas de salud.
El 7 de junio de 2025, se conmemora el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, una fecha crucial para sensibilizar a la población sobre la importancia de garantizar que los alimentos que consumimos sean seguros y saludables. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destaca que la misma, es esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en particular el ODS 2, que busca poner fin al hambre y garantizar una alimentación segura y nutritiva. La FAO y la OMS trabajan en conjunto para promover prácticas agrícolas sostenibles y seguras, así como para educar a los consumidores sobre cómo manejar y preparar los alimentos de manera adecuada.
En nuestro país La Constitución de la República reconoce que…Todas las personas tienen derecho a la alimentación sana y adecuada, con la existencia del Decreto –Ley No.9/2020 Inocuidad Alimentaria, y el decreto No.18 reglamento, cuyas normas jurídicas fortalecen la infraestructura de la calidad y garantiza el derecho que la población consuma alimentos sanos y nutritivos, además de proveer la protección de la salud a lo largo de la cadena alimentaria con enfoque educativo, preventivo e integral, así como lograr un desarrollo competitivo y responsable de las entidades involucradas en el sistema alimentario. Además existe una vigilancia sistemática a nivel nacional y se les exige un poco más, en los municipios donde existen áreas de producción, comercialización, distribución, exportación e importación de alimentos para garantizar a toda costa la inocuidad alimentaria.
Este año, esta celebración se centrará en la necesidad de fortalecer las políticas públicas y las regulaciones que protegen a los consumidores, así como en fomentar la colaboración entre todos los actores de la cadena alimentaria, desde productores hasta consumidores. A través de campañas de concienciación y educación, se busca empoderar a las personas para que tomen decisiones informadas sobre su alimentación, derecho fundamental que debe ser garantizado para todos.
Juntos, podemos reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos y asegurar que cada comida sea una oportunidad para promover la salud.
En este Día Mundial, recordemos que cada acción cuenta.
La seguridad alimentaria es responsabilidad de todos, desde el productor hasta el consumidor.
¡Actuemos ahora por un futuro más saludable!