En el contexto actual, donde las enfermedades no transmisibles (ENT) como la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares representan una de las principales causas de mortalidad, es fundamental sensibilizar a la población sobre la importancia de reducir el consumo de sal en la dieta. Este esfuerzo no solo contribuye a mejorar la salud individual, sino que también responde a estrategias nacionales e internacionales para promover estilos de vida más saludables y sostenibles. El consumo excesivo de sal es un factor de riesgo clave para el desarrollo de la hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y enfermedades renales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda un consumo máximo de 5 gramos de sal al día (equivalente a 2 gramos de sodio), sin embargo, en muchos países, el consumo promedio duplica o triplica esta cantidad (OMS, 2020). Leer más