El primer martes de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma, una iniciativa de la Global Initiative for Asthma (GINA) que este 2025 lleva por lema “Lograr que los tratamientos inhalados sean accesibles para todos”. Más que un eslogan, este mensaje pone sobre la mesa una realidad urgente: millones de personas en el mundo no tienen garantizado el acceso a inhaladores, dispositivos que no solo salvan vidas durante las crisis, sino que son fundamentales para el control diario de esta enfermedad crónica. El asma bronquial se caracteriza por la inflamación crónica de las vías aéreas, que conduce a su hiperreactividad y obstrucción variable, lo que se traduce en síntomas como la tos persistente, sibilancias, disnea y opresión torácica. Estos son síntomas, que suelen presentarse con patrones circadianos predominando en horario nocturno o asociados a factores desencadenantes, los más comunes incluyen ejercicio, alérgenos (como polen, ácaros o pelo de mascotas), humo, contaminación ambiental, aire frío o infecciones respiratorias, se asocia también al uso de determinados medicamentos. A pesar de ser una condición crónica sin cura definitiva, un diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado, permite a la mayoría de los pacientes alcanzar un control óptimo de su enfermedad y desarrollar una vida perfectamente normal. Leer más