Hepatitis A, una infección hepática contagiosa evitable

La hepatitis A, es una infección hepática contagiosa, que es importante conocer para proteger nuestra salud y la de quienes nos rodean. Es causada por un virus (VHA) que provoca inflamación en el hígado, afectando su funcionamiento. Virus que se puede transmitir de varias maneras, principalmente a través de alimentos o agua contaminadas por heces de una persona infectada y por prácticas sexuales sin protección (sexo bucoanal). Al tratarse de una enfermedad muy asociada al deficiente saneamiento ambiental y a prácticas insuficientes de medidas higiénico sanitarias, individuales y colectivas, las formas más comunes de contagio suelen ser: ingestión de alimentos manipulados por alguien que no se lavó las manos después de ir al baño, beber agua contaminada, consumir mariscos crudos de aguas contaminadas y tener contacto cercano con una persona infectada, lo cual incluye sexo oral sin protección.

Esta enfermedad suele ser leve o asintomática. El VHA no produce hepatitis crónica ni estado de portador, y solo en raras ocasiones causa una hepatitis fulminante. Se extiende geográficamente por todo el mundo aunque es endémico en países subdesarrollados. En nuestro país se comporta de manera endémica. En los últimos 5 años ha presentado un comportamiento estable con tasa promedio anual de 9,8 casos por 100 mil habitantes (aproximadamente mil 68 casos anuales). En el 2024 aunque el número de casos disminuyó (menos 20, respecto al promedio anual), el riesgo de contraer esta enfermedad fue de 10,6 por 100 mil habitantes al disminuir la población. El incremento de la enfermedad coincide con los meses de julio y agosto, período vacacional en el que aumenta la movilidad de las personas entre provincias y su concentración. La mayoría de las infecciones se producen durante la primera infancia.

Las personas con mayor riesgo de contraer hepatitis A son:

  • Los compañeros sexuales de las personas infectadas.
  • Los contactos domésticos de las personas infectadas.
  • Los drogadictos que usan drogas inyectables y no inyectables.
  • Personas que viven en situación de calle o sin vivienda estable.
  • Personas que viajan a países donde la hepatitis A es común (América Central y América del Sur, África, el Medio Oriente, Asia y la costa oeste del Pacífico).
  • Personas que trabajan en laboratorios donde se trabaja con VHA.
  • Hombres que tienen sexo con otros hombres.
  • Personas y familias con no adherencia al lavado de manos y deficiente higiene.

Constituye un riesgo también convivir en un ambiente con deficiente saneamiento, en presencia de desbordamientos albañales e insuficiente cloración del agua.

Los síntomas pueden aparecer unas semanas después de la exposición al virus, con periodo de incubación Algunos de los síntomas más comunes son:

  • Cansancio y debilidad inusuales.
  • Náuseas, vómitos y diarrea.
  • Dolor abdominal, especialmente en la parte superior derecha.
  • Heces de color arcilla o gris.
  • Pérdida del apetito.
  • Fiebre baja.
  • Orina oscura.
  • Ictericia (color amarillento en la piel y ojos).
  • Picazón intensa.

Todas las formas de hepatitis tienen síntomas similares, y un análisis de sangre puede determinar si usted tiene hepatitis A u otra forma de la enfermedad, pero es importante que si crees que has estado expuesto al virus o si presentas síntomas, aunque en muchos casos son leves, consultes a un médico, quien con un adecuado interrogatorio logrará un diagnóstico más certero, e identificar la fuente de contaminación o infección, para así, cortar la transmisión de la enfermedad.

Solo se puede contraer el virus de hepatitis A, una vez. Después del contagio, el cuerpo construye una defensa contra la enfermedad y la buena noticia es que la hepatitis A se puede prevenir.

Algunas recomendaciones son:

  • Lavarse las manos con agua y jabón, en especial, después de ir al baño o cambiar un pañal y antes de preparar alimentos o de comer.
  • Agua y bebidas de procedencia segura o embotellada y evitar el hielo de fuentes dudosas.
  • Hervir el agua de consumo por 3 minutos después del punto de ebullición, dejando refrescar durante ½ (media) hora y agregándole 4 gotas de hipoclorito de sodio al 1% por cada litro.
  • Mantener el agua de beber en recipientes tapados y limpios.
  • Realizar sistemáticamente la desinfección de superficies donde cocina y de los utensilios que utiliza para comer o trasladar los alimentos.
  • Lavar frutas verduras y hortalizas con agua de procedencia segura o embotellada.  Evita consumir frutas y verduras precortadas.
  • Evitar alimentos (carne y pescado) crudos o poco cocidos.
  • Practicar sexo seguro y utilizar métodos de protección de barrera (condones).
  • Si viajas a lugares donde la hepatitis A es común, asegúrate de reforzar estas medidas. No comas ni bebas nada que pienses podría haber sido preparado en condiciones poco sanitarias.
  • Evitar el fecalismo al aire libre, además de mantener tapados los recipientes con desechos sólidos y mantener el control sobre la proliferación de vectores como cucarachas.
  • Consultar a su médico si tiene alguna razón para pensar que tiene hepatitis A ó que ha estado expuesto a ella.

Puede sospechar que tenga la enfermedad si, comió recientemente en un sitio donde el manipulador de alimentos tenía hepatitis A; ha existido algún brote en el círculo infantil de su hijo; hay alguien en casa que tenga hepatitis A; algún vecino cercano o compañero de trabajo y/o escuela con la enfermedad; ha tenido una relación sexual (buco-anal) sin protección con una persona enferma de hepatitis A.

Si se confirma su diagnóstico asegúrese entonces de tomar medidas para evitar contagiar el virus a otras personas.

  • No comparta cepillos de dientes y otros utensilios personales como vasos y cubiertos.
  • Disuada a sus hijos de que se lleven objetos a la boca.
  • Si tiene hepatitis A informe a las personas con las que vive o tiene relaciones sexuales y tomen las medidas para evitar el contagio.
  • No tenga contacto sexual con nadie mientras esté infectado.
  • Evite el fecalismo al aire libre.

La hepatitis A es una infección que se puede evitar con la práctica de buenos hábitos de higiene personal y colectiva,  la correcta eliminación de las aguas residuales en la comunidad, abastecimiento adecuado de agua potable, la inocuidad de los alimentos y el saneamiento ambiental.

Crear más conciencia y elevar la educación sobre cómo mantener  la salud hepática, es la clave en la prevención de las hepatitis víricas.

Dra. Ananay López Rojas