Cada año el 14 de noviembre, se celebra el “Día Mundial de la Diabetes” establecido desde el año 2006, oficializado por resolución de la ONU, fue escogida esta fecha por celebrarse el nacimiento de Sir Frederick Banting, descubridor de la insulina en 1922, junto a otro científico Charles Best. Este día pretende generar conciencia sobre el impacto de la diabetes en la salud de las personas, con el objetivo de resaltar las oportunidades para fortalecer las acciones encaminadas a la prevención, diagnóstico y tratamiento oportuno de la enfermedad. La Diabetes es una enfermedad metabólica crónica, caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre, conocida en el argot popular como ¨azúcar en la sangre¨, que con el cursar del tiempo conduce a daños irreversibles en órganos como el corazón, vasos sanguíneos, riñones, ojos y nervios. Según la clasificación de la OMS la diabetes se clasifica en: Diabetes Tipo I, Diabetes Tipo II y Diabetes Gestacional.
En el mundo la Diabetes es padecida por aproximadamente 422 millones de personas, mientras que, en la región de las Américas, se estiman unos 62 millones de personas con dicha enfermedad. Según la OPS, tanto el número de casos como la prevalencia de diabetes han aumentado constantemente en las últimas décadas. En Cuba en el año 2022 se registraron 736 316 personas con diabetes, con una prevalencia de 66,5 por 1000 habitantes.
Condiciones como la alimentación poco saludable basada en la ingesta de alta cantidad de carbohidratos, grasas y azúcares; la falta de actividad física, el sobrepeso y la obesidad, asociadas también al consumo de tabaco y el alcoholismo, aumentan el riesgo de padecer diabetes.
Los síntomas de alerta como: incremento de la sed, aumento del apetito, pérdida de peso, cansancio inexplicable, aumento de la frecuencia al orinar, piel seca, visión borrosa o lesiones en la piel que no cicatrizan, deben ser tomados en cuenta y acudir al médico de inmediato, para un diagnóstico temprano.
Recomendaciones para controlar la diabetes o retardar su aparición:
• Monitorear los niveles de glucosa.
• Disminuir el consumo de azúcar, carbohidratos y grasas.
• Evitar el sobrepeso y la obesidad.
• Practicar ejercicios físicos.
• Evitar el consumo nocivo de alcohol y el tabaquismo.
• Controlar los niveles de colesterol y lípidos.
• Adhesión al tratamiento médico.
• Control prenatal adecuado.
Algunos factores de riesgo de la diabetes como la edad y los antecedentes familiares, no podemos controlarlos, sin embargo, existen otros en los que sí se puede intervenir, a través de cambios de comportamiento. La diabetes es una enfermedad crónica que puede ser controlada y tratada, pero es mejor prevenirla que padecerla, comenzar a actuar en función de nuestra salud desde etapas tempranas, garantizará una buena calidad de vida y un mayor bienestar.
Dra. Vivian R. Ruiz Guerrero