El 11 de septiembre del año 2009, falleció el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, una de las figura más importantes en la Historia de Cuba. Desde temprana edad, Almeida demostró un coraje excepcional al unirse al movimiento revolucionario cubano liderado por Fidel Castro. Almeida se destacó no solo por su valentía en el campo de batalla, sino también por su liderazgo ejemplar y su profundo amor por su patria.
Fue la actitud invariable del asaltante del Moncada, del prisionero político en Isla de Pinos, del revolucionario exiliado en México, del expedicionario del Granma, donde fue uno de los tres jefes de pelotones; del oficial en los días fundadores del Ejército Rebelde, que recibió dos heridas en el combate de El Uvero; del Comandante del Tercer Frente Guerrillero y del jefe militar y dirigente revolucionario con numerosas y elevadas responsabilidades, luego del triunfo del Primero de Enero de 1959.
Integró el Buró Político del Comité Central del Partido desde su fundación en 1965, responsabilidad en que fue ratificado en todos sus Congresos. Resultó electo Diputado a la Asamblea Nacional y Vicepresidente del Consejo de Estado, desde la primera legislatura de nuestro Parlamento. Integró el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde su fundación en 1965, fue diputado y vicepresidente del Consejo de Estado, entre otros altos cargos. Mereció el Título Honorífico de Héroe de la República de Cuba y la Orden Máximo Gómez de primer grado, otorgados el 27 de febrero de 1998, en ocasión del aniversario 40 de su ascenso a Comandante en la Sierra Maestra.
Su especial sensibilidad humana y artística hizo posible el difícil reto de simultanear su intensa, responsable y fecunda labor como dirigente revolucionario, con una valiosa y prolija obra artística, la cual incluye más de 300 canciones y una docena de libros que constituyen un invaluable aporte al conocimiento de nuestra historia. Su estilo creativo abarcó sones, guarachas, boleros, grandes voces femeninas popularizaron varias de sus canciones, lo cual estuvo marcado por diferentes etapas creativas. Artistas como Elena Burke, Omara Portuondo, Farah María, Amelita Frades y Beatriz Márquez fueron algunas de ellas. Distintas versiones de su obra han sido llevadas a formatos instrumentales y corales, así como a orquestas de tipo charanga, conjuntos, septetos y más. Memorables el “Dame un Traguito”, a cargo del Grupo Sierra Maestra, o “Juventud y Experiencia”, con Farah, que siguen resonando en nuestros dinteles musicales.
La obra de Juan Almeida puede considerarse singular, teniendo en cuenta los contextos en que fue concebida. No es posible separar de su producción musical su labor revolucionaria, porque ambas líneas forman un vínculo inseparable.