La división de grupos humanos en razas estuvo y ha estado influenciada por posiciones que no se limitan al campo científico. Las diferentes razas se han encontrado categorizadas según un valor social y cultural, como inferiores o superiores. El colonialismo y el etnocentrismo propiciaron la creación de jerarquías entre personas de diferentes orígenes. La esclavitud que acompañó la colonización de América fue marcadamente racial. Esto ha resultado en inequidad, segregación y esclavitud, además de fundamentar posiciones extremistas y promover el racismo.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, tienen la fortaleza de contribuir constructivamente al desarrollo y al bienestar de sus sociedades. Todo método de supremacía racial es científicamente falso, moralmente penado, socialmente comprometido e injusto. Debe ser descalificado, junto con las hipótesis que intentan determinar la existencia de las razas humanas separadas.
En el año 2021 se celebra por primera vez, el 31 de agosto, el Día Internacional de los Afrodescendientes. Con esta celebración, se promueven las extraordinarias contribuciones de la diáspora africana en todo el mundo y eliminar todas las formas de discriminación contra los afrodescendientes. Las Naciones Unidas condenan eficazmente las continuas prácticas violentas y el uso excesivo de la fuerza contra los africanos y los afrodescendientes, por los cuerpos representantes de hacer cumplir la ley. Sancionan además el racismo estructural en los sistemas de justicia penal de todo el mundo. La organización reconoce que la trata transatlántica de esclavos es uno de los capítulos más oscuros de nuestra historia humana y defiende la dignidad humana y la igualdad.
El Decenio Internacional para los Afrodescendientes ( 2015-2024), alaba las importantes contribuciones de los afrodescendientes en todo el mundo, en promover la justicia social y las políticas de inclusión, erradicar el racismo y la intolerancia, promover los derechos humanos y ayudar a crear comunidades mejores y más prosperas, en concordancia con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), en el 2020 cuando llegaron a la mitad del decenio ,logrando algunos progresos en los planos legislativo, normativo e institucional. La falta de reconocimiento sigue siendo uno de los principales obstáculos que impiden el disfrute pleno y efectivo de los derechos humanos por los afrodescendientes.