Entendemos por higiene ambiental aquellas actividades encaminadas a mejorar o mantener el estándar de las condiciones ambientales básicas que afectan el bienestar y la salud de las personas. Eso hace, por tanto, que se dedique a cuidar especialmente el aire, el agua, los recursos naturales, el suelo, la flora, la fauna y el ambiente físico, entre otros elementos. La higiene ambiental, por lo tanto, implica el cuidado de los factores químicos, físicos y biológicos externos a la persona. Se trata de factores que podría incidir en la salud: por lo tanto, el objetivo de la higiene ambiental es prevenir las enfermedades a partir de la creación de ambientes saludables.
La higiene ambiental también se encarga de terminar con las plagas; y es que contar con plagas de roedores o cucarachas, por ejemplo, puede ser un problema que derive en grandes focos de enfermedades. Evitar estos problemas pasa por adquirir una buena educación ambiental. Debemos inculcar a los más pequeños el peligro de este tipo de problemas y lo sencillo que puede resultar poner nuestro granito de arena para terminar con los problemas de suciedad en el aire, en el agua o en la tierra. Leer más