La depresión es algo más que sentirse triste o desanimado en algún momento de la vida. La relativización de la idea “estar deprimido” ha disimulado la dura realidad que constituye esta enfermedad y su impacto para la Salud Mental, por eso, conmemorar el día 13 de enero, como Día Mundial de Lucha contra la Depresión, nos permite visibilizar el problema de millones de personas en el mundo y reclamar atención y empatía para ellos.
Se entiende la depresión como un trastorno mental caracterizado por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento. La depresión constituye una de las patologías más frecuentes en los sistemas de atención a la salud mental. No se debe olvidar que cualquier persona es susceptible a pasar por un episodio depresivo, el cual puede ser imperceptible en muchos casos.
Las causas que propician su aparición son múltiples y van, desde factores biológicos (cambios hormonales, metabolismo, etc.), hasta factores psicosociales (circunstancias estresantes en la vida afectiva, laboral o de relación, contexto económico y ambiental) y de la propia personalidad (especialmente, sus mecanismos de afrontamiento constituidos para superar adversidades).
Los síntomas típicos de la depresión son: la tristeza patológica, la pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar de cualquier estimulo cotidiano y una disminución de la vitalidad, que limita el nivel de actividad y produce un cansancio exagerado, que aparece incluso después de realizar pequeños esfuerzos. No se puede descuidar un síntoma preocupante por su gravedad, y este es la posible aparición de pensamientos suicidas.
Algunas de sugerencias para remitir un periodo depresivo son::
- Comunicarse y dialogar para que la persona que padece la depresión pueda expresarse con libertad y obteniendo respeto y empatía de los demás.
- Evitar el consumo de alcohol y otras drogas.
- Realizar actividad física sistemática y no consumir tabaco.
- Contribuir a toma de conciencia de que se atraviesa por un periodo temporal y centrarse en la búsqueda de estrategias adecuadas para afrontar los síntomas de la enfermedad.
Por último, ante la aparición de un posible cuadro depresivo se sugiere acudir al médico, ya sea al Consultorio de la familia, al Centro de Salud Mental del municipio de residencia o llamando al servicio de Consejería Telefónica Línea Confidencial 103.