La idea del Comandante en Jefe de crear un médico diferente y un nuevo especialista, se materializa en el médico de la familia. La salud pública cambió su organización y sus métodos, ya que situó al médico de la familia como el máximo responsable de la salud de los individuos, las familias y del medio. Desde el propio surgimiento del Policlínico, en el año 1963, las actividades que se han realizado en Cuba en la atención ambulatoria se han organizado en forma de programas. El 4 de enero de 1984, con la incorporación del médico y la enfermera(o) de la familia a partir de las concepciones del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se realizan modificaciones positivas en la forma, contenido y la práctica de la atención médica, estableciéndose cambios en la atención ambulatoria que han repercutido favorablemente en todo el Sistema Nacional de Salud. El Programa del Médico y la Enfermera de la Familia se ha convertido en esencia misma de nuestro Sistema Nacional de Salud. La entrega de los profesionales que en él laboran ha dejado huellas profundas en cada rincón de Cuba y también en muchas partes del mundo.
Miles de historias se han escrito desde el compromiso y la sensibilidad con que llegan nuestros médicos de la familia a los hogares, y aunque toda obra es siempre perfectible, son mujeres y hombres que no escatiman tiempo ni esfuerzos para resguardar la vida. El Programa del Médico y la Enfermera de la Familia está aún en desarrollo, perfectible y sujeto a transformaciones para enfrentar nuevos retos y hacer florecer desde la entrega infinita las ideas de Fidel. Se apuesta por incrementar la satisfacción del pueblo y elevar su calidad de vida con sensibilidad y pormenorizado esmero.