Cuando se cumple un aniversario más de la desaparición física de nuestro líder Fidel Castro, se hace indispensable destacar su legado en la medicina tanto en Cuba como en Latinoamérica toda. Desde “La Historia me Absolverá” Fidel sabía que el tema de la salud de la población cubana era uno de los más importantes a resolver. El deseo de convertir a Cuba en una potencia médica fue siempre motivo de dedicación y posterior orgullo del Comandante que junto a la educación se presenta como una de las trincheras más sólidas de la sociedad cubana actual. El espíritu humanista de los médicos cubanos se extiende por el mundo. Satisfechos de cumplir con el juramento hipocrático, son reflejo de una alta preparación ética, solidaria y científica, alentada por el líder histórico de la Revolución Fidel Castro. La acción y el pensamiento del Comandante han sido decisivos en los grandes cambios que han acontecido en el sistema nacional de salud, su legado no se debe olvidar nunca.
El Programa del Médico de Familia creado por él desde el año 1984, marcó pautas en la salud pública cubana, pues ha favorecido el trabajo con embarazadas, adolescentes, niños, población adulta. Ese proyecto ha contribuido a elevar grandemente los indicadores sanitarios en el país, pues permite la atención personalizada, el diagnóstico temprano, promover y realizar actividades de rehabilitación física, mental y social, interconsultas con otras especialidades, atender a pacientes ingresados en el hogar, entre otras tareas. Innumerables y colosales son los aportes a la salud pública de nuestro líder, tanto en Cuba como en el exterior.
Desde los primeros años de la Revolución, Fidel estimuló el espíritu internacionalista en el personal sanitario. Otra de sus iniciativas fue la creación del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias ‘Henry Reeve’, constituido el 19 de septiembre del 2005. Su misión es brindar ayuda humanitaria y médico-sanitaria a las poblaciones víctimas de catástrofes de la naturaleza y epidemias. Estando presente en el combate a la Covid-19 unos 4000 profesionales en más de 35 naciones salvando más de 10 mil vidas. También obra de Fidel, fue la creación de la Escuela Latinoamericana de Medicina y La Misión Milagro, proyecto humanitario dirigido por él y el fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez, con comienzo en esa nación suramericana y extendida a otros territorios de América Latina, el Caribe, Asia y África.
Fidel Castro logró que un pequeño país subdesarrollado y bloqueado por la principal potencia imperialista mundial se adentrara con solidez por los complejos caminos de la ciencia. El legado del líder histórico de la Revolución a la medicina cubana es múltiple, y gracias a su apoyo, el pueblo cubano tiene una atención médica de alto nivel profesional, humanitaria y gratuita, con niveles e indicadores de salud comparables a la de los países desarrollados.
“El futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento, porque precisamente es lo que más estamos sembrando; lo que más estamos sembrando son oportunidades a la inteligencia; ya que una parte considerabilísima de nuestro pueblo no tenía acceso a la cultura, ni a la ciencia”.Fidel Castro.