Cuidemos a los cuidadores

Por lo general cuidar o atender a una persona dependiente (sea mayor o no) se torna una tarea difícil y genera un inmenso desgaste prolongado en el cuidador. Cuando esta atención se le brinda a un familiar se puede pensar que la relación afectiva de cariño es suficiente para enfrentar los retos, pero no se puede descuidar que estos cuidados impactan en todos los ámbitos de la vida del cuidador (salud, tiempo libre, economía, relación de pareja). Por eso se hace necesario pensar en una serie de medidas encaminadas al cuidado y protección del cuidador, a fin de que este organice y afronte del mejor modo posible el cuidado de la persona dependiente, sobre todo para evitar que esta situación supere sus capacidades físicas y psicológicas. Cuando esta sobrecarga se produce, llega a generarse el cansancio extremo conocido como sobrecarga o fatiga del cuidador.

Algunas alternativas que pudieran resultar efectivas para evitar esta crisis son:

-Compartir las tareas siempre que sea posible: Considerando que pedir ayuda nunca es una debilidad y la colaboración de los familiares resulta de suma utilidad en las tareas cotidianas. Es común que el cuidador directo intente realizar todas las tareas solo, descuidando el necesario descanso y no teniendo en cuanta la importancia de la colaboración y el trabajo en equipo.

– Aceptar y valorar la ayuda recibida: La colaboración se logra de manera más fluida cuando se es flexible y se recibe la ayuda con aceptación y gratitud.

– No fomentar de dependencia: Es vital que, siempre que sea posible, la persona dependiente mantenga cierta autonomía, para ello se debe incentivar que realice todas las actividades que pueda hacer por sí sola y declinar sus demandas cuando buscan acomodarse sobre el cuidador de manera injustificada.

– Mantener la relación con amigos y redes de apoyo. En general mantener los contactos afectivos y no dar lugar al aislamiento por la falta de tiempo o deseos. El compartir emociones y favorecer el dialogo con personas conocidas resulta de espacial valor en estas circunstancias.

– Escuchar las señales de alarma: Si se considera que el desanimo y el cansancio superan las capacidades de la persona, es un síntoma de alerta de que se hace necesario buscar atención y ayuda antes de llegar a la sobrecarga.

Lic. Giovani Leal Luque