Día de la Cultura Cubana

El 20 de octubre de 1868, las tropas mambisas al mando de Carlos Manuel de Céspedes liberaron la ciudad de Bayamo y el pueblo entonó por vez primera nuestro Himno Nacional, La Bayamesa. creado por el patriota bayamés Perucho Figueredo desde su cabalgadura y en medio de los vítores victoriosos. En conmemoración a este hecho el 22 de agosto de 1980 queda instituido el 20 de octubre como “DIA DE LA CULTURA CUBANA”

Se prepara en Bayamo la revolución y Maceo Osorio le pide a Perucho que componga un himno de guerra, ya que él había realizado estudios de solfeo y violín y sentía una gran afición por la música. Acepta Figueredo la sugerencia y compone una pieza que instrumentaría el violinista y director de orquesta Manuel Muñoz Cedeño. El futuro Himno Nacional cubano se dejaría escuchar por primera vez en la iglesia mayor de Bayamo durante un te deum con motivo de la fiesta del corpus christi de 1868. No demora la primera autoridad local en advertir el espíritu levantisco de aquella música, algo así como un llamado a la insurrección, y lo comenta con Muñoz Cedeño. Conversa también con el compositor «No, no es un himno bélico», asegura Figueredo.

El 10 de octubre Céspedes se alza en armas en su ingenio La Demajagua, y Figueredo sigue el ejemplo en su finca Las Mangas. Deciden los insurgentes poner sitio a Bayamo. Los españoles se rinden y los libertadores ocupan la ciudad. El pueblo, concentrado en la plaza, pide a gritos a Figueredo que dé a conocer la letra del himno que a partir de ahí se conocerá como La bayamesa, a semejanza de La Marsellesa. Apoyado sobre el lomo de su cabalgadura, escribe Figueredo los versos y la multitud los repite a gritos. Son los de las dos estrofas que hoy conforman el Himno Nacional. Desde la celda donde lo han encerrado, el gobernador Udaeta escucha la música. Claro que era un himno de guerra. No se había equivocado. Pronto prenden letra y música entre los bayameses. No demora en reproducir los versos un periódico impreso en la manigua y a partir de ahí, y durante años, los versos del Himno, junto con su música, se transmiten oralmente de padres a hijos.