El envejecimiento poblacional se ha convertido en un tema recurrente que cada día cobra mayor importancia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más. En ese momento, el grupo de población de 60 años o más habrá subido de 1000 millones en 2020 a 1400 millones. En 2050, la población mundial de personas de 60 años o más se habrá duplicado (2100 millones). Se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique entre 2020 y 2050, hasta alcanzar los 426 millones. Este proceso de envejecimiento de la población, constituye en la actualidad un reto para todas las sociedades y sistemas de salud del mundo.
A este fenómeno no escapa Cuba, que decrece y envejece poblacionalmente, una realidad visible para la nación caribeña, cuya población con 60 años o más ya sobrepasa el índice del 21. 3%, de acuerdo con datos oficiales del país 3 (23.6% al cierre de 2022). Cuba fue uno de los países de América Latina y el Caribe que más tempranamente inició su transición demográfica, debido al intenso descenso de la fecundidad, el aumento gradual en la expectativa de vida y el persistente saldo migratorio negativo. La interacción de estos componentes, junto a otras múltiples determinaciones, condujo al acelerado envejecimiento de su población. La isla se convirtió en la primera economía envejecida de la región desde 2010.
El envejecimiento visto como parte del ciclo vital, comienza desde el nacimiento, por tanto, la salud en esta etapa de la vida es el resultado del estilo de vida que tuvo la persona en sus años previos. enfocarnos en mantener un curso de vida sano es trabajar desde etapas anteriores hacia un envejecimiento saludable, por lo que se convierte en un proceso continuo de optimización de oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida.
Algunas recomendaciones para el logro de un envejecimiento activo y saludable
Alimentación Saludable
Una alimentación saludable nos ayuda a prevenir enfermedades no transmisibles y otros tipos de trastornos asociados. Los hábitos alimentarios sanos comienzan en los primeros años de vida; la lactancia materna favorece el crecimiento sano y mejora el desarrollo cognitivo; además, puede proporcionar beneficios a largo plazo, entre ellos la reducción del riesgo de sobrepeso y obesidad y de enfermedades no transmisibles en etapas posteriores de la vida.
Recomendaciones
● Tratar de incorporar en la medida de las posibilidades la ingesta de frutas y vegetales.
● Lo ideal es reducir el consumo de sal a 5g o menos diarios, recuerde que muchos de los alimentos que compramos procesados ya contienen sal.
● Reduzca el consumo de azúcares: golosinas, bebidas azucaradas.
● Es bien conocido que el consumo de tabaco afecta y genera trastornos en el gusto y en nuestro paladar. Puede haber dificultades para establecer diferencias y/o sentir
sabores por lo que sin darnos cuenta incrementemos los niveles de algunas sustancias como la sal y los azúcares.
● Incremente la cantidad de agua. Trate de consumir al menos entre un litro y medio y dos litros.
● Reduzca el consumo de grasas de todo tipo.
● Trate de elegir alimentos naturales y frescos ya que conservan su valor nutritivo y vitaminas. Recuerde lavarlos bien.
● La falta de piezas dentarias o el uso de prótesis defectuosas nos hacen elegir alimentos blandos, descartando o rechazando los que requieren masticación, esto puede alterar la calidad de la dieta y provocar trastornos de diferentes tipos.
● Trate de controlar su peso regularmente.
● Recuerde no acostarse acabado de cenar espere al menos un tiempo prudencial.
Actividad Física
Se ha demostrado según la OMS que la actividad física regular ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar.
Tiempo de descanso y sueño
A veces pasamos por alto la importancia de nuestros tiempos para descansar y dormir sin saber que constituyen un factor generador reconstituyente de energías. El sueño es tan importante para nuestra salud como cualquiera de las otras actividades que realizamos en nuestra vida cotidiana.
Mejora nuestra regeneración muscular, interviene en la metabolización de nuestro organismo, ayuda a perder peso, reduce la presencia de insuficiencias cardíacas y mejora nuestra creatividad y memoria.
Algunos Recursos Psicológicos y habilidades para la vida
– Aprender a manejar nuestras emociones y sentimientos
- Autoconocimiento
- Conocerse es el soporte y el motor de la identidad y de la autonomía
- Tomar buenas decisiones
- Decidir significa actuar proactivamente para marcar el rumbo de la propia vida.
- Pensamiento creativo
- Pensar creativamente es la capacidad para idear algo nuevo, relacionar algo conocido de forma innovadora o apartarse de esquemas de pensamiento o conducta habituales.
- Manejo de problemas y conflictos
- Reconocer los problemas es el paso previo para empezar a manejarlos, verlos con otros ojos (pedir ayuda para alcanzar otros puntos de vista), asumirlos como oportunidades para transformarnos.
- Relaciones interpersonales, establecer y mantener relaciones basadas en el respeto, la igualdad (sin sentirse menos ni más que nadie) y la autenticidad de las partes (sin fingimientos).
A modo de conclusión
Podemos conocer lo que está bien, lo que sea saludable y lo más provechoso para nuestra salud a corto, mediano y a largo plazo pero no será hasta que demos el primer paso en virtud de nuestro bienestar que comencemos a experimentar sus beneficios
Lic. Alberto Ortiz Marrero