Vivir sin fumar, es más sano

La prevención del tabaquismo debe comenzar en la infancia con mensajes claros y comprensibles para los niños.
Todos los padres sean o no fumadores desean que sus hijos no prueben el tabaco y por supuesto que no se conviertan en fumadores, pero antes o después los niños o adolescentes van a coincidir con alguna persona de su círculo social que le ofrezca un cigarrillo, su decisión puede suponer el inicio en el tabaquismo.

Es inevitable que los niños o adolescentes se vean expuestos a esa decisión, en ese momento saber decir no y vencer la presión va a ser crucial para mantenerse a salvo.

Cuanto más contacto tenga el niño con personas (incluidas los padres) mayor va a ser la probabilidad de que el niño se convierta en fumador y cuando es un amigo cercano el que fuma el riesgo se multiplica por 10. Enseñar a los niños y adolescentes a decir no, va a ser la única solución.

La educación para la prevención es esencial y hay que comenzar a hablar con ellos en la infancia. Sea consciente de que la media en el inicio en el consumo de tabaco y alcohol se sitúa en torno a los 13 años, lo que supone que muchos niños comienzan antes de esa edad.

Fomentar su autoestima es esencial, va a proteger a los niños ante la presión de los fumadores que puedan aparecer dentro de su grupo de iguales.
Juntos ¡Por la Salud! ¡Por la Vida!