El Cáncer de Próstata es una patología que afecta a más de 1,2 millones de personas en el mundo. Por ello se hace necesario continuar sensibilizando y concientizando a la población masculina, acerca de la importancia de su diagnóstico precoz y su respectivo tratamiento.
El primordial factor de riesgo lo constituye la edad y los antecedentes familiares de primera línea (padre, hermanos, tíos paternos). Entre los principales síntomas podemos encontrar: necesidad de orinar con frecuencia, principalmente en la noche; chorro de orina fino, intermitente o bifurcado; dolor pélvico, en las caderas o espalda; retención de orina; necesidad de pujar para orinar; sangre en la orina o semen; dolor al eyacular; pérdida de peso y disfunción eréctil.
Se recomienda que anualmente la población masculina mayor de 50 años de edad, enfatizando en los que presenten factores de riesgo y/o síntomas, acudan a su médico de familia para realizarse el antígeno prostático específico (PSA), examen que permite un diagnóstico precoz y que el tratamiento sea menos invasivo. El cáncer de próstata es curable si se diagnostica a tiempo.
Tanto para prevenir como para curar, se vuelve necesaria la adopción de estilos de vida saludables, como por ejemplo: evitar el consumo de alcohol, cigarrillos y otras sustancias nocivas; hacer ejercicio regularmente para desechar toxinas, así como para prevenir la obesidad y el sobrepeso; cuidar la alimentación, incrementando el consumo de verduras, frutas y vegetales; mantener una actividad sexual frecuente y saludable.
En Cuba esta afección presenta alta tasa de mortalidad ocupando el segundo lugar, sólo superado por los tumores de laringe, tráquea y pulmones. El número de defunciones aumenta a partir de los 60 años.
En el país están disponibles en el sistema de salud todas las variantes de tratamiento. Pero todo parte de conocer un diagnóstico oportuno, a tiempo, y del autocuidado de la salud de las personas. En los últimos años no solo ha aumentado la incidencia de la enfermedad, también se ha visto una tendencia a que migre a edades más tempranas.
Por ello recomendamos seguir los consejos que anteriormente compartimos, pues no solo ayudan a prevenir la enfermedad de la que hoy hablamos, sino contribuyen al bienestar general. Recuerde siempre que usted es su mayor protector, su vida está en sus manos.
Dra. Yanet Guerra Pineda
Biblioteca Virtual en Salud
Editorial Ciencias Médicas
