Prevenir es ganar

El Día mundial de prevención del cáncer de cuello de útero se celebra cada año el 26 de marzo, con el objetivo de concientizar a todas las mujeres del mundo sobre la importancia de prevenir la aparición de esta enfermedad.

Es una patología que también se puede curar, si se detecta a tiempo y se trata adecuadamente. A pesar de ello, es el cuarto cáncer más común en todo el planeta. Si no se adoptan medidas adicionales, se prevé que la cifra anual de nuevos casos aumente de 570 000 a 700 000 entre 2018 y 2030, y que la cifra anual de muertes crezca de 311 000 a 400 000. La incidencia es casi el doble en los países de ingresos bajos y medianos, y sus tasas de mortalidad son tres veces superiores a las de las naciones de ingresos altos.

Hay diversos factores que multiplican las posibilidades de desarrollar este tipo de padecimiento, uno de ellos es el inicio temprano de las relaciones sexuales, también están la multiparidad (varios partos), tabaquismo, enfermedades de transmisión sexual, uso excesivo de los anticonceptivos hormonales y el cambio frecuente de pareja.

Su gran enemigo es el virus del papiloma humano (VPH). Dentro de los genotipos de VPH existen dos con alta carga de riesgo oncogénico, 16 y 18, estos son los causantes de la gran mayoría de lesiones cervicales de tipo invasiva, el resto del porcentaje se lo reservan otros 10 tipos.

Es necesario tener en cuenta que, con un diagnóstico oportuno, se podrían revertir las cifras que cada vez cobran más vidas. En la gran mayoría de las pacientes, especialmente en las fases iniciales, las señales son leves, incluso asintomáticas:

-Secreción vaginal.

-Trastornos urinarios.

-Metrorragia (Hemorragia uterina fuera del período menstrual).

-Sangrado después de la menopausia

-Dolor pélvico.

-Malestar en la zona abdominal.

-Dolor durante las relaciones sexuales.

Esta dolencia es altamente prevenible, por ello, se hace mucho hincapié en la importancia que tiene la prueba citológica para tener un diagnóstico oportuno, y se puedan salvar muchas vidas.

En Cuba el cáncer de cuello de útero se sitúa en el 4to lugar en incidencia y el 5to en mortalidad. Actualmente existe una tendencia a aparecer en las cubanas de edades comprendidas entre los 30 y 40 años, incluso más jóvenes, en contraste con lo que ocurría una década atrás, cuando su aparición ocurría en las féminas con 45 años o más.

En los tiempos que corren, donde la pandemia de COVID-19 impera y obliga a dedicarle la mayor atención, es necesario no olvidar los demás cuidados cotidianos y preocuparnos siempre por la forma en que tratamos nuestro cuerpo. Evitar el uso de sustancias nocivas, usar protección en todas las relaciones sexuales, acudir al médico ante cualquier síntoma y realizarse la prueba citológica son algunos de los consejos que nuestra Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades le ofrece. También le incitamos a que continúe investigando para que así pueda contribuir de una mejor manera a su cuidado y al de sus seres queridos. Recuerde que prevenir es ganar.