Las Antorchas resplandecen más que nunca en este 169 aniversario

José Julián Martí Pérez, considerado como uno de los cubanos más transcendentales de todos los tiempos, poeta, político, ensayista, periodista y filósofo, fundador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra de Independencia de Cuba nació en La Habana el 28 de enero de 1853. Su gran capacidad de trabajo y palabra persuasiva, le valió el reconocimiento por la mayoría de sus compatriotas que lo recordamos en todo momento, especialmente en cada aniversario de su natalicio.

La influencia que ejerció y todavía ejerce en sus coterráneos es grande, se puede reconocer en la cultura, en la literatura, en la política y en la educación. Los títulos que se le conceden: «El apóstol de la independencia», «el maestro», «héroe nacional», hacen fe del prestigio que se le otorga.

Su obra política y de propaganda muestra como prioridades: la unidad de todos los cubanos como nación, el anticolonialismo, y el antiimperialismo. Objetivos por los que trabajó incansablemente hasta su muerte.

Tendió puentes para que la educación ofrezca oportunidades reales para el desarrollo integral del sujeto, que se expresa en la necesidad de contar con un currículo educativo que propicie la formación humanista, artística, política, científica y técnica. Aspectos viables en el contexto de procesos de enseñanza y aprendizaje que permita el descubrimiento, la exploración, el diálogo y la consciencia social. Concibe el modelo educativo con una función social transformadora de las condiciones socioculturales y económicas de la población en general.

 

 

En homenaje a este, el más genial y universal de los pensadores cubanos, el día de ayer se realizó un tuitazo gigante en el ciberespacio, donde se dieron cita todos los seguidores de la obra y el pensamiento martiano usando las etiquetas #MartíVive, #Antorchas2022, #Revolucionando, #Cuba, #VamosConTodo y #60UJC. Y en horas de la noche los jóvenes, los estudiantes universitarios, los de las demás enseñanzas, protagonizaron la tradicional marcha de las antorchas. A la que se le unieron otros motivos de celebración: los aniversarios 60 de la Unión de Jóvenes Comunistas y 76 del ingreso de Fidel a la Universidad de La Habana, el centenario de la FEU, así como un tributo a la ciencia cubana y a la proeza que ha logrado para que cada uno de nosotros y el país siga preservándose de la COVID-19.

En medio de todo lo que vivimos en estos tiempos siempre es necesario hacer un alto para recordar a quienes nos guiaron hasta llegar aquí, y para continuar defendiendo sus ideales,  que son en definitiva, el faro que nos dibujará siempre el camino correcto.