El 8 de diciembre de 1937, se fundó el Instituto de Medicina Tropical, que en la actualidad lleva el nombre de su fundador, el Dr. Pedro Kourí. Un joven médico e investigador que dió certeros pasos en el campo de la medicina dedicada a las enfermedades parasitarias y altamente transmisibles. Por lo que se ganó el merecido reconocimiento, no sólo por parte de sus colegas nacionales, sino también de otros especialistas del orbe.
Es difícil reseñar los cuantiosos resultados de su productiva obra, pero sin dudas, podríamos destacar la autoría de varios textos imprescindibles dentro de su área; la creación de métodos de diagnóstico y tratamiento para diferentes males como la fasciolosis; sus responsabilidades dentro de sociedades científicas nacionales e internacionales; la fundación de los laboratorios Kuba y de la «Revista de Parasitología Clínica y Laboratorio», actualmente conocida como «Revista Cubana de Medicina Tropical». Por todas estas razones, el Consejo Universitario aprobó la creación del «Instituto de Medicina Tropical», una idea propuesta por el profesor Kourí.
En 1979 el centro pasa a ser identificado oficialmente como «Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”» (IPK), en tributo a la obra del eminente científico. Desde esa fecha, sus objetivos y alcance se han extendido a otras ramas de la medicina.
En 1993, el IPK, que hasta ese momento estaba anexo a la Escuela de Medicina de la Universidad de La Habana, se trasladó a otras instalaciones más amplias y modernas, que le permitían continuar su desarrollo. Tiene como misión: contribuir a mejorar la calidad de vida de la población cubana y del resto de la comunidad internacional, ofreciendo servicios rápidos, especializados y de alta tecnología en el diagnóstico, la atención médica, la docencia y en el desarrollo de proyectos de investigación; dirigidos a la prevención, control y eliminación de las enfermedades transmisibles.
Hoy a sus 84 años de fundado es considerado un centro de excelencia y referencia internacional, colaborador de la OPS/OMS, que contribuye también a la formación de nuevos profesionales dedicados a esa área de trabajo.
En medio de la tensa situación sanitaria ante la propagación de la enfermedad de la COVID-19, constituye una fortaleza en el desarrollo de estrategias de prevención y capacitación de profesionales y técnicos, a partir del reforzamiento de la bioseguridad para el enfrentamiento a la pandemia en el país. Por sus destacadas funciones durante la pandemia le fue concedido el Premio a la Excelencia en Salud Pública otorgado por la Federación Mundial de Asociaciones de Salud Pública.
Desde Prosalud una calurosa felicitación acompañada de admiración por toda la labor que tan bien realizan.