La OPS como iniciativa para apoyar la celebración de la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antimicrobianos que transcurre del 18 al 24 de noviembre propone a todas las personas vestirse de color azul para resaltar la importancia que a esta se le concede. Se incluye en esa familia a los antibióticos, los antivirales, los antifúngicos y los antiparasitarios que son medicamentos utilizados para tratar las infecciones en los seres humanos, los animales y las plantas.
En todo el mundo, las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos están cambiando y empiezan a no responder a sus tratamientos. Esta resistencia surge de forma natural, normalmente a través de cambios genéticos. Sin embargo, la falta de agua potable y saneamiento, la prevención y el control inadecuados de las infecciones y un excesivo y mal empleo de estas medicinas, han acelerado el proceso. Llevando a que sea más difícil eliminarlos y por consiguiente aumenta el riesgo de propagación de enfermedades graves y la muerte.
El aumento de los patógenos resistentes a los medicamentos amenaza con deshacer el trabajo de más de un siglo de progreso sanitario y socavar los propios cimientos de la medicina moderna. Por ejemplo procedimientos médicos vitales como los trasplantes de órganos, los implantes de prótesis articulares, la atención al cáncer y el cuidado de los bebés prematuros fueran demasiado peligrosos de realizar si no se pudiera contar con estos recursos.
Dicho problema no solo ocurre en humanos, pues, la creciente escala de producción animal, la escasa inversión en servicios veterinarios y sanidad conllevan también al uso inadecuado de esas medicinas en esta esfera.
Es necesario actuar de forma responsable, acudir de inmediato al médico, seguir sus indicaciones y sobre todo no automedicarse.