El consumo y la distribución de sustancias ilegales es una problemática global, con graves repercusiones a niveles micro: en la salud y bienestar de las personas y macro: afectando la seguridad y el desarrollo sostenible de las naciones. La batalla contra este flagelo persiste, en virtud de ello la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó en el año 1987 una resolución para conmemorar el 26 de junio como el Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas, con la finalidad de propiciar el fortalecimiento de la cooperación internacional, generar políticas que contrarresten la lamentable situación y se llegue a la meta de una sociedad libre de tales actividades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el término droga vinculado al área de medicina, referido a toda sustancia con potencial para prevenir o curar una enfermedad. En la práctica se destacan el uso de sustancias psicoactivas sin fines terapéuticos, autoadministradas y con potencial de abuso o dependencia.
Diferentes son los efectos que generan en el sistema nervioso, alterando el rendimiento físico, la percepción, el estado anímico y la conducta, de acuerdo a la siguiente clasificación:
Depresoras: son las que bloquean las funciones del cerebro, ocasionando desinhibición. Sensación de relajación, disminución de la ansiedad:
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- Opiáceos (heroína, morfina, metadona, opio, codeína)
- Cannabis
- Benzodiacepinas
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- Barbitúricos
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Perturbadoras: alteran el funcionamiento del cerebro, generando distorsiones perceptivas, alucinaciones y otras alteraciones de la conducta:
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- LSD
- Hongos alucinógenos (mescalina, peyote)
- Cannabis
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Estimulantes: activan el funcionamiento del cerebro, mediante sensaciones de excitación y furia, que pueden derivar en problemas de hiperactivación, ataques de ansiedad, taquicardia, entre otros:
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- Cocaína
- Anfetamina
- Nicotina
- MDMA (Éxtasis)
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Con el tema de este 2021, “Hablemos de drogas, la información salva vidas”, queremos combatir la desinformación. Debemos compartir alto y claro hechos reales en las que son protagonistas. Es fundamental conocer los riesgos que tienen para nuestra salud y buscar las soluciones para abordar este problema mundial, desde la prevención, el tratamiento y la atención basados en pruebas y el cuidado de las personas con adicción. La campaña de este año quiere mostrar los datos claves que provienen del informe de la Oficina de las Naciones Unidas que se ocupa de este tema. Así con hechos basados en la ciencia y soluciones prácticas podremos tener una visión clara de este problema.
La pandemia de COVID-19 ha generado una conciencia pública sin precedentes sobre la salud y sobre las medidas de protección para mantenerse saludable. Lo que es aún más importante, se ha generado una conciencia de la necesidad de protegernos mutuamente. Hay un creciente sentimiento de comunidad y solidaridad mundiales, así como un deseo común de garantizar la atención sanitaria para todas las personas. En concordancia con esto, levantémonos con firmeza contra la desinformación y las fuentes poco fiables. Todo el mundo debe comprometerse a distribuir solo datos reales sobre las drogas respaldadas por la ciencia, este acto verán que es capaz de salvar vidas.