El 8 de mayo de 2013 se celebró el primer Día Mundial del Cáncer de Ovario. En esta jornada, las organizaciones de lucha contra el cáncer de todo el planeta se unieron para concienciar a la sociedad sobre este mal y sus síntomas. Para las féminas que ya lo padecen, sus familias y amigos, esta fecha ha forjado y continuará forjando un fuerte sentimiento de solidaridad.
Se trata del sexto tumor más frecuente en mujeres en todo el orbe con 205.000 nuevos diagnósticos cada 12 meses. Representa entre el 4 y el 5% de los tumores femeninos. Su porcentaje de supervivencia ha aumentado pasando del 35% que tenía en los setenta, al 45% que supera en la actualidad. Aunque algunas de 20 o 30 años pueden sufrir este mal, el riesgo en dicha época de vida es bajo. La edad media de diagnóstico de 61-63 años.
Entre los los factores de riesgo destacan:
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- Edad: el riesgo de desarrollarlo aumenta con el arribo a cada periodo en la vida, siendo principal la etapa después de la menopausia.
- Vida reproductiva: parece existir una clara relación entre el número de ciclos menstruales y la posibilidad de desarrollar un cáncer de ovario.
- Obesidad: Existen numerosos estudios que establecen una correlación entre el dicho padecimiento y la obesidad.
- Historia familiar y personal: el peligro de padecerlo aumenta si uno o más familiares de primer grado (madre, hermana o hija) han tenido o sufren esta patología.
Existe otro tipo de factores de riesgo, nos referimos a los llamados modificables y que son compartidos con otras enfermedades no transmisibles, incluyen:
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- El consumo de tabaco.
- Baja ingesta de frutas y verduras.
- El uso nocivo de alcohol.
- Falta de actividad física.
Se estima que del 30 al 40% de los cánceres se pueden prevenir y controlar al reducir la exposición a los elementos desencadenantes previamente mencionados. Las políticas de salud pública se pueden implementar para respaldar la elección individual de estilos de vida saludables, convirtiéndolas en la opción más fácil.
En un día tan importante queremos recordarte algunos de los signos que pueden alertar de la presencia del malestar que estamos describiendo y que requieren una visita al médico:
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- Dolor pélvico y abdominal recurrente o persistente.
- Aumento de tamaño del abdomen.
- Distensión abdominal persistente.
- Dificultad para comer y sensación de saciedad rápida.
- Cansancio.
- Hemorragia vaginal.
Pacientes, asociaciones, cuidadores e investigadores unen sus voces en esta fecha para recordar que conocer y detectar los síntomas del cáncer de ovario de forma precoz es la mejor forma de evitar que se diagnostique cuando ya es demasiado tarde. Al difundir y apoyar este contenido en redes sociales contribuyes a crear conciencia sobre la enfermedad y a favorecer su detección precoz.