Cuando una persona se hace mayor, experimenta emociones con la misma intensidad que cuando es joven; los mayores sienten emociones positivas con igual frecuencia que la gente más joven. Existe una fuerte evidencia de que la experiencia emocional negativa se da en mucha menor frecuencia a partir de los 60 años. Así, a esas edades, existe más expresión de “felicidad”. La conclusión de casi la totalidad de autores que investigan el mundo afectivo de nuestros abuelos, es que en la vejez existe una mayor complejidad y riqueza emocional. Es decir, que en la ancianidad se incrementa el manejo adecuado de los afectos y que, por tanto, existe mucha más madurez afectiva.
Los adultos mayores que mantienen relaciones cercanas con su familia y amigos tienden a ser más felices y más saludables que las personas menos sociales, los contactos sociales son beneficiosos para la salud y la felicidad, no se trata de tener muchas amistades y relaciones, la clave es la calidad de las relaciones que protegen la salud del cuerpo y del cerebro.
Ser proactivo y abogar por la propia salud. Continuar haciendo ejercicio, aunque sea desde la posición sentado. Ser agradecidos por las pequeñas cosas. Tener un propósito cuando se despierta cada mañana, son recomendaciones a seguir para que los más longevos de casa vivan con mayor calidad de vida.
Consejos para cuidar a una persona mayor en casa
- Realizar un diagnóstico de necesidades.
- Hacer acuerdos familiares.
- Reunir un buen equipo de profesionales para apoyar.
- Establecer una rutina diaria para su familiar.
- Establecer un plan de seguridad.
- Llevar un registro de los medicamentos.
- Establezca un plan alimenticio.
- Ayúdale a mantenerse física y cognitivamente activo.
- Dar amor, estabilidad y respeto.
- Compartir tiempo en familia
Tener una actitud positiva proporciona mayor felicidad en la etapa de la vejez.
Autora: MSc. Daylín Carballo Laforte