En esta situación de inestabilidad e incertidumbre tanto personal como social y laboral se hace más indispensable que nunca utilizar ciertas estrategias de asertividad para mejorar la comunicación con las personas con las que compartimos, enfrentarnos a situaciones difíciles en el trabajo o poner límites en nuestro día a día. Y es que mantener una buena comunicación respetando tanto nuestros propios derechos e intereses como los de los demás puede ayudarnos a afrontar de forma más eficaz la situación en la que nos hayamos inmersos.
Hablamos de que una persona es asertiva o tiene una conducta asertiva cuando es capaz de dar a conocer sus ideas, necesidades, puntos de vista, insatisfacciones, requerimientos o cualquier otro aspecto, basándose en sus propias opiniones. Y esta comunicación la hace de forma empática, amigable y cordial.
La actitud asertiva refleja que tienes confianza en ti mismo, lo que implica confiar en ti, de forma realista y objetiva sin caer en la arrogancia.
La situación actual nos ha puesto a hacer muchos cambios y adaptarnos a algo novedoso y difícil. Entre ellos, reinventar las relaciones sociales, ahora se está comenzando a dar por hecho que el tiempo no es un problema, nos sobra por doquier y lo que necesitamos es rellenarlo. Pero esto puede llegar a convertirse en un factor estresante añadido.
Es importante mantener el contacto social en estos momentos de confinamiento porque puede repercutir muy positivamente en cómo te sientas, pero debemos tener claro que tenemos derecho a que no queramos en un momento determinado hacer cierta actividad, sin que eso implique necesariamente que no nos interese la persona que nos lo está ofreciendo.
Puede que tengamos más tiempo libre que antes: esto puede llevarnos a pensar que debemos aprovechar ese tiempo para estar en contacto con todo nuestro entorno social, incluyendo aquellas personas con las que llevamos tiempo sin hablar.
Puede que parte de nuestro entorno tenga más tiempo libre que antes: esto puede facilitar que nos demanden una mayor frecuencia de interacciones, ya sea por llamada, video-llamada u otro medio escrito.
A pesar de que no hay una única forma adecuada de gestionar la situación a la que nos enfrentamos, es importante intentar reflexionar y analizar si estamos cediendo demasiado a los deseos y peticiones de los demás, dejando de lado lo que necesitamos nosotros mismos. Esto, a largo plazo, puede generar estrés por sentirnos en la obligación de acceder a las demandas del entorno que, pueden incrementarse en estas circunstancias.
Atrevernos a decir que no de forma asertiva puede que la primera vez nos cueste, pero ese efecto inicial de nerviosismo se verá compensado cuando, a medio y largo plazo, vayas experimentando un mayor control sobre tu propia conducta y tu propio tiempo.
Si estamos pasando la cuarentena con nuestra pareja, familia podemos llegar a sentirnos agobiados si caemos en la tónica de hacerlo todo juntos o de estar todo el día pendiente los unos de los otros. Y es que se ha producido un cambio muy grande, lo que implica que hasta hace muy poco las personas que conviven bajo el mismo techo tenían una rutina compartida, pero también una rutina separados. Pasar de eso, a estar juntos sin salir las 24 horas al día puede llevar a acumular mucha tensión e incrementar la cantidad de problemas y discusiones que se produzcan.
Por ello, es importante mantener una comunicación abierta y fluida en la que podamos expresar nuestras necesidades en cada momento, tanto nosotros, como los demás. Para ello entender que es posible que todos estemos más sensibles o inestables emocionalmente que lo normal, si bien esto no justifica que tengamos conductas inadecuadas con el resto de miembros con los que convivimos (ni ellos con nosotros). No obstante, es importante tener en cuenta que ante una situación tan incierta como la que estamos viviendo y dado que el aislamiento conlleva un importante cambio para nuestras vidas, es posible que en algunos momentos tengamos que enfrentarnos a una variabilidad emocional más alta de lo habitual.
Precisamente por esto, puede ser de gran ayuda tratar de entendernos y cuidarnos entre todos, mejorando la comunicación en la medida de lo posible para fomentar que el clima sea lo más agradable posible.
Autora: MSc. Dailyn Carballo Laforte