La capa de ozono, es una franja de gas muy frágil que protege la vida en el planeta, de los efectos nocivos de los rayos solares y que está en peligro por el uso que se hizo durante años de determinados productos químicos. El ozono de la estratosfera se encarga, entre otras cosas, de absorber la radiación ultravioleta (UV) del sol, por eso es fundamental preservar esta capa para evitar daños para la vida en el planeta.
La mayoría de las sustancias artificiales que agotan el ozono son también potentes gases de efecto invernadero (GEI). Algunos de ellos tienen un efecto de calentamiento global mucho mayor que el dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero. Por tanto, la eliminación progresiva en todo el mundo de las sustancias que agota la capa de ozono, ha supuesto también una importante contribución positiva a la lucha contra el Cambio Climático.
El 16 de septiembre de 1987 se firmó el Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono, en conmemoración a este acto, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) proclama cada 16 de septiembre Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono.
A partir de este año los gobiernos del mundo acordaron, en virtud del Protocolo de Montreal proteger la capa de ozono, mediante la eliminación gradual de las sustancias emitidas por la actividad humana que la agota.
La acción mundial emprendida hace 35 años ha logrado detener el agotamiento de la capa de ozono y permitir que empiece a recuperarse, pero aún queda mucho por hacer para garantizar una recuperación firme.
Entre los efectos negativos producidos a la salud humana por el aumento de los niveles de radiación ultravioleta en la superficie terrestre se incluyen tipos de cáncer de piel, las cataratas y trastornos inmunitarios. También la radiación ultravioleta afecta los ecosistemas terrestres y acuáticos al alterar el crecimiento, además afecta las cadenas de alimentos y los ciclos bioquímicos, afectando el crecimiento de las plantas y por consiguiente la productividad agrícola. Por ese motivo, resulta apremiante seguir protegiendo la capa de ozono.
Cuba promueve la participación de la población en la reflexión sobre la importancia de acciones para minimizar las sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO). La Oficina Técnica del Ozono (Otoz) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente convocó hace más de 20 años a los Organismos de la Administración Central del Estado a realizar el levantamiento de las SAO y equipos de sus instalaciones para cuantificar el consumo de esas sustancias y analizar las alternativas para trazar estrategias en pos de reducir su uso en la climatización y refrigeración industrial, en tal sentido se trabajó en la erradicación paulatina de los hidroclorofruorocarbonos (HCFC) usados en la climatización y refrigeración que además de perjudicar la capa de ozono favorecen al calentamiento de la atmósfera terrestre.
Es significativo señalar que en nuestro país se realizó la supresión total de los clorofluorocarbonos en la refrigeración doméstica y comercial, así como en la fabricación de aerosoles farmacéuticos e industriales. La mayor de las Antillas también eliminó el bromuro de metilo en el sector agrícola al dejar de emplearse como plaguicida en la fumigación, estas acciones se corresponden al cumplimiento por el país al Protocolo de Montreal.
Acciones que podemos realizar para contribuir a preservar la capa de ozono
- Evitar la compra y posterior consumo de aerosoles o spray en cuya composición intervengan gases clorofluorocarbonos (CFC).
- Evitar el uso de extintores que contengan halones, sustancias muy agresivas para la capa de ozono.
- Usar material aislante que no contenga gases clorofluorocarbonos (CFC). En su lugar puede usar corcho que cumple la misma función y no contamina el medio ambiente.
- Realizar el mantenimiento de los aires acondicionados y congeladores, ya que su mal funcionamiento provoca la fuga de CFC a la atmósfera.
- Utilizar electrodomésticos, equipos y luces de bajo consumo.
- Evitar el uso de pinturas y barnices que contengan el CFC.