El verano, los niños y las lesiones no intencionales

Verano Los accidentes o lesiones no intencionales son un importante problema de salud pública. En Cuba se han mantenido entre las cinco primeras causas de muerte a partir del primer año de vida hasta la edad adulta. Las lesiones de los niños constituyen un importante problema de salud y desarrollo. Además de las 830 000 muertes anuales, millones de niños sufren lesiones no mortales que a menudo necesitan hospitalización y rehabilitación prolongadas.

Actualmente Cuba cuenta con 11,2 millones de habitantes, de los cuales 2,3 millones corresponden a la población con edades por debajo de los 18 años; lo que constituye un 21 % del total.  Con la llegada del verano y de las vacaciones los niños y niñas realizan diferentes actividades no tan habituales el resto del año. El verano es la época en la que mayor tiempo estamos fuera de nuestro domicilio, por lo que estamos más expuestos al riesgo de sufrir accidentes, máxime al encontrarnos en espacios y lugares que normalmente desconocemos, que visitamos al realizar excursiones o en zonas de playa y montaña, además de realizar más actividades al aire libre, ello conlleva un aumento del riesgo de lesiones no intencionales.

Los adultos son quienes deben valorar el riesgo de cada actividad en la que participe el niño, ya que su percepción del peligro pocas veces se ajusta a la realidad. Ellos deben supervisar en todo momento para evitar accidentes. Es importante transmitir a los niños las normas básicas de seguridad sobre la actividad concreta que van a realizar, así como, las generales sobre el tráfico, el fuego, el agua, la electricidad, entre otros. Estar alerta, seguir unas normas básicas y, sobre todo, empezar a educar a los niños en el autocuidado desde el principio es fundamental para disminuir el riesgo de tener un disgusto. Para ello debemos:

Aprender a viajar

Viajar en silla o aditamento de retención de niños, no es negociable. Los niños menores de cuatro años han de viajar a contramarcha. Y todos tienen que viajar en dispositivos de retención (sillas, alzadores, etc.). Por supuesto, si tú no usas cinturón es más que probable que tu hijo no quiera viajar sentado correctamente, los niños lo aprenden todo con el ejemplo.

Protegernos del sol

Los daños celulares que producen las radiaciones solares son acumulativos, la piel tiene ‘memoria’ de la infancia y aunque ningún niño quiere usar protector hay que explicarles que no queda más remedio. No bajar a la playa en las horas de más calor e intentar promover distracciones debajo de la sombrilla (como jugar con la arena o incluso a las cartas o algún juego de mesa) reduce el riesgo de permanecer demasiado expuesto al sol y por tanto no sólo de quemarse, así protegerás su piel en etapas posteriores de la vida.

Protegerse del calor

Sufrir un golpe de calor o deshidratarse es uno de los peligros de los meses de verano. No salir de casa en las horas centrales del día y favorecer el acceso de los niños a las fuentes de agua, usar sombreros, gorras y ropa holgada y de fibras naturales protegerá a nuestros hijos del calor.

Verano en la playa

Al agua seguros

Los accidentes en el agua son los más frecuentes en verano. Enseñar a nadar a los niños es fundamental, pero también lo es enseñarles pautas de comportamiento acuático, como no arrojar juguetes a las piscinas o vigilar que no haya nadie cuando vas a tirarte. Evitar los accidentes en el agua es cosa de todos y es sobre todo un aprendizaje.

Seguridad en la naturaleza

Durante estas fechas también suele salirse al campo y es muy probable que tus hijos acudan a un campamento de verano o campismo. Asegúrate de que tu hijo lleve ropa y calzado adecuados y explícale que tiene que seguir las normas (asegúrate antes de que son normas que tú también seguirías). Que los niños aprendan que ciertos comportamientos pueden ser peligrosos y cuidarlos sin convertirte en una familia sobreprotectora es uno de los grandes retos. Hasta los tres o cuatro años los niños no tienen ninguna sensación de peligro, pero a partir de ahí ya pueden ir tomando conciencia de que el cuerpo hay que cuidarlo. La forma en la que se lo transmitas será también importante.

Las intoxicaciones

Para prevenir las intoxicaciones, es necesario maximizar el cuidado en la manipulación de los alimentos y asegurarse de que los alimentos están en buen estado y las altas temperaturas o una mala conservación no han afectado a su calidad. Es muy importante lavarse bien las manos, evitar la ingesta de alimentos crudos (excepto frutas y verduras bien lavadas, claro está), mayonesa casera, el agua de origen no seguro (ojo en los destinos exóticos de vacaciones).

En el campo, controla la ingestión de semillas o frutos de plantas venenosos, que las flores ornamentales, pilas, medicamentos o productos tóxicos, no estén al alcance de los pequeños que lo prueban todo.

Actividad física y deportes sanos

La práctica de deportes náuticos es más frecuente en esta época, pero ha de llevarse a cabo con total seguridad, del mismo modo que cualquier otro deporte. Muchos niños aprenden a nadar en vacaciones, pero recuerda vigilarlos en todo momento, en el mar, rio o la piscina, para que el baño sea seguro.

No se han de olvidar elementos como salvavidas, cascos, protectores para deportes “de tierra”… entre otros.

Otro espacio con grandes riesgos es la vialidad.

Lamentablemente, miles de personas mueren anualmente por accidentes en carreteras y caminos. ¿Aún crees que las vacaciones implican un descanso de la prevención? Revisa que tu vehículo se encuentre en buen estado, evita el consumo de drogas o alcohol, asegúrate de que todos en el auto tengan colocado el cinturón de seguridad y recuerda que el conductor deberá estar en un buen estado de salud y no manejar cansado. Lo ideal es que haya dormido entre seis y ocho horas antes del viaje.

En casa

No dejes que los pequeños jueguen en zonas peligrosas como escaleras o balcones, asegura los contactos eléctricos para que los niños no los toquen, aleja los medicamentos y sustancias tóxicas de ellos, evita que se acerquen a objetos peligrosos y extrema precauciones en lugares con objetos calientes o inflamables como la cocina.

En las instalaciones turísticas

No ingreses a la piscina ni al mar si consumiste bebidas alcohólicas, evita jugar en los balcones, vigila a los niños en todos los espacios del centro turístico, revisa que los niños no corran en las escaleras ni jueguen en lugares peligrosos, asegúrate de que las actividades recreativas y deportivas se realicen con precaución.

La prevención de los accidentes en vacaciones de verano es fundamental para que toda tu familia tenga una grata experiencia.