Ser fumador y contagiarse de coronavirus podría agravar considerablemente los síntomas de la enfermedad. Las personas que consumen tabaco tienen un sistema más vulnerable al coronavirus y otras enfermadas respiratorias, ya que entre los efectos nocivos del tabaco en el organismo está la reducción de las defensas y una disminución de la capacidad pulmonar, por ello este grupo poblacional tiene alto riesgo de sufrir complicaciones a causa de la COVID-19. El dejar de fumar podría ser tan importante como lavarse las manos ante la actual pandemia de coronavirus.
Los pulmones están diseñados para cuando toxinas, químicos, bacterias o virus accedan al cuerpo mediante las vías respiratorias, se activen mecanismos intrínsecos de defensa para eliminar y expulsar estos agentes nocivos o infecciosos. Al fumar, las defensas de las vías respiratorias disminuyen, lo que nos hace más susceptibles, y los cilios, estructuras microscópicas encargadas de remover los virus y bacterias se paralizan, promoviendo la acumulación de secreciones en las vías respiratorias dando lugar al desarrollo de inflamación pulmonar.
Al respecto, el experto en enfermedades infecciosas, doctor Gregory Poland de la Clínica Mayo, indicó que el virus se ha presentado con síntomas más severos en los adultos mayores y en personas con problemas médicos como diabetes, enfermedades del corazón y males pulmonares. Sin embargo, “los fumadores están en igual o mayor riesgo”.
Stanton Glantz, profesor de medicina y director del Centro de Investigación y Educación sobre el Control del Tabaco de la Facultad de Medicina de la Universidad de California, explica que cuando los pulmones están expuestos a una gripe u otra infección, los efectos adversos para los fumadores son mucho más serios que para el resto”. El profesor advierte que, aunque hay un riesgo mayor para los que fuman, los fumadores pasivos corren peligro de ser contagiados por esta vía, pues el humo expulsado por los pulmones del fumador puede contener el virus, en caso de que esté infectado, transportándolo así hasta otras personas cercanas y corriendo el riesgo de que se contagien.
Ante la llegada de la COVID-19, los especialistas y expertos en el mundo libran una nueva batalla junto a la población; el llamado hoy es mantener un estilo de vida sano como un método de protección ante el coronavirus. Dejar de fumar y no exponerse al humo de tabaco de los fumadores es una buena opción para la prevención de esta enfermedad.
Algunos consejos para dejar de fumar
–Piense en dejar de fumar y los beneficios que tendrá.
– Planifique la fecha para dejar de fumar por completo y prepárese para hacerlo.
– Adopte una actitud positiva hacia no ser fumador. Trate de concebirse como exfumador.
–Comunique su decisión de dejar de fumar a los que le rodean (familia, amigos, compañeros de trabajo). Obtenga apoyo y estímulo de ellos.
–Si alguien de su entorno quiere dejar de fumar, propóngale hacerlo juntos. Se ayudarán mutuamente.
–Deshazte de las cajetillas de cigarrillos y los ceniceros.
Para mantenerse sin fumar:
–Mantenga las manos y la mente ocupadas. Lea un libro, haga crucigramas, teja, borde, vea la televisión, escuche música, haga trabajos manuales, entre otros.
–Piense en los hábitos y costumbres que tiene asociados al cigarro y modifíquelos, como son, después de comer, tomar café, bebidas alcohólicas, entre otros.
–Trate de no comer en exceso, ni ingiera irritantes como mostaza, pimienta, vinagre porque provocan el deseo de fumar.
–Realice ejercicios físicos sistemáticos.
–Practique algunas técnicas de relajación (musicoterapia, técnicas de respiración) para frenar el deseo de fumar.
Abandonar el consumo de tabaco es la decisión más saludable que podemos tomar en nuestra vida, merece la pena que le dedique un tiempo y esfuerzo adicional. En el mundo existen miles de personas que lo consiguen cada día. Dejar de fumar en tiempos de la COVID-19 es posible.