Sus vidas fueron cortas, al parecer anodinas, pero pletóricas. Nadie habría calculado al verlas su intensidad. De ellas emanaba decoro y laboriosidad.
Las hermanas Lourdes y Cristina Giralt, ultimadas por sicarios de la tiranía batistiana el 15 de junio de 1958, murieron en plena juventud de una manera inesperada y monstruosa.
Su muerte estremeció a la nación y conste que crímenes de esa índole cada vez eran más frecuentes, perpetrados en pueblos y ciudades del territorio nacional por las fuerzas represivas del régimen contra sus oponentes o sospechosos de serlo.
Dicen que ese día la muerte emboscada no estaba prescrita para ellas, pero las trampas del azar hicieron que las hermanas Lourdes y Cristina Giralt, de 22 y 28 años, respectivamente, cayeran atrozmente asesinadas por sicarios de la dictadura batistiana.
Los esbirros del ejército no lo sabían, pero aquellas chicas de apariencia modosa a las que sin ver siquiera acribillaron a balazos casi a la entrada de su apartamento, eran miembros del movimiento de Resistencia Cívica. Poco antes de morir iban y venían en la clandestinidad vendiendo bonos para recaudar fondos de apoyo a la lucha en la Sierra Maestra, repartían propaganda, conseguían medicinas.
Pero su contribución a la lucha no fue la razón del vil hecho de sangre. Investigaciones aportadas esclarecieron que los sicarios acudieron al edificio donde vivían en busca de los integrantes del Movimiento 13 de Marzo, Eduardo García Lavandero, Faure Chomón y Enrique Rodríguez Loeches. Ellos se alojaban en un apartamento contiguo al del de Lourdes y Cristina, sin ellas saberlo y sin tener relación.
María de Lourdes, también apodada cariñosamente Maruca, solo tenía 22 años. Era alegre, extrovertida, amante del baile y los paseos. Su hermana Cristina, de 28, era de pocas palabras y muy discreta. Prefería la vida hogareña, jugar a las cartas por la noche en vez de ir a fiestas. Ambas trabajaban en las oficinas de la Concretera Nacional, S.A.
Dos personalidades diferentes, pero no opuestas. Hermanas de sangre e ideales, entregaron sus vidas demasiado temprano, es cierto, pero por la causa que eligieron.
Fuentes: http://bohemia.cu/historia/2016/06/hermanas-giralt-vidas-en-flor/