El consumo de tabaco mata a más de 7 millones de personas anualmente a nivel mundial (más de 6 millones por el consumo diario de tabaco y 900 000 por la exposición al humo de tabaco). El tabaco es el único producto legal que mata entre un tercio y la mitad de aquellos que lo consumen.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la mortalidad atribuida al tabaco es de 12% a nivel mundial y de 16% en las Américas (17% en los hombres y 15% en las mujeres). De las defunciones asociadas con las enfermedades no transmisibles (ENT), el tabaco es responsable de 15% de enfermedades cardiovasculares, 26% de las muertes por cáncer y 51% de las muertes por enfermedades crónicas respiratorias.
En la Región de las Américas, el tabaco es responsable de cerca de un millón de muertes al año. Aunque persiste una alta carga de morbilidad y mortalidad asociada al tabaco en el mundo y las Américas, según estimaciones de la OMS la prevalencia de fumadores de tabaco ha disminuido en los últimos años.
Del total de adultos que son fumadores de tabaco en el mundo 11.9% viven en la Región de las Américas.
Entre el 2007 y el 2015, la proporción de fumadores de tabaco en el mundo disminuyó de 23.5% a 20.7% entre las personas de 15 años y más, representando una caída de 2,8 puntos porcentual en esos 8 años. En las Américas en igual periodo la prevalencia de fumadores de tabaco disminuyó de 22.1% a 17.4%, lo que significó una caída de 4.7 puntos porcentuales.
En Cuba, aunque las últimas encuestas de factores de riesgo realizadas en el país (ll y lll encuestas nacionales de 2001 y 2010) evidencian una reducción anual de la prevalencia global en adultos (23,7% en 2010 vs 32,0% en 2001), se manifiesta una tendencia al aumento de las tasas de prevalencia entre adolescentes y un comienzo más precoz de la adicción.
En la Encuesta mundial de tabaquismo en jóvenes de 13 a 15 años realizada en 2010; el 9,7% de ellos, fueron fumadores activos y en La Habana alcanzó el 17,6%. La exposición al humo ambiental de tabaco fue de 58,5%, estando considerada entre las más altas de América.
Por ello el Día Mundial Sin Fumar, tiene especial connotación, momento para hacer un alto en el camino y reflexionar sobre el valor de la salud y de cuanto podemos hacer en lo individual y de conjunto para disminuir esta epidemia que enferma, mata y discapacita a miles y millones de personas, no cejemos en el empeño y hagamos un hecho el lema “Por la salud pulmonar más ambientes libres de humo”.