En el curso escolar 2002-2003 se inicia la carrera de Licenciatura en Tecnología de la Salud de forma experimental en la Ciudad de La Habana y luego en septiembre del año 2003 se extiende a todo el país, con 21 perfiles de salida, diseñada sobre la base del Nuevo Modelo Pedagógico. Por indicaciones del Ministerio de Educación Superior se realiza en el curso escolar 2008-2009 una reestructuración de los planes de estudio y en el curso 2010-2011 se ponen en vigor 8 nuevas carreras independientes para la formación de tecnólogos, dentro de las cuales se encuentra Bioanálisis Clínico, en la que se unifican cuatro de estos perfiles: Laboratorio Clínico, Medicina Transfusional, Microbiología y Citohistopatología, teniendo en cuenta para su diseño los principios de los Planes de Estudios “D” el que plantea reducir el número de disciplinas y asignaturas e integrar contenidos que tengan un hilo conductor, es decir currículos integrales que permitan el cumplimiento del encargo social, la formación de un profesional contextualizado en su época, comprometido con las necesidades de la sociedad y el país en que vive. Estos planes posibilitan una mejor contextualización de las estrategias curriculares así como de las actividades de educación en el trabajo, característica distintiva de la formación de profesionales en el sector salud.
En estos momentos en respuesta a la complejidad del contexto nacional e internacional, y al impetuoso avance de la ciencia y la tecnología, entre otros factores, la Universidad Médica se ve llamada una vez más a realizar transformaciones en sus diseños, como una continuidad a lo ya logrado, en pos de formar un profesional integral e imbuido de valores éticos que le permitan brindar servicios de excelencia y contribuir al desarrollo sostenible del país, asumiendo para esto un nuevo diseño curricular sobre la base de la metodología orientada por el Ministerio de Educación Superior para esta generación de planes de estudio (Plan E), demostrando así su pertinencia.