Inicio > Del Editor > Editoriales anteriores > Editorial 21 Mayo 2003
En un Editorial anterior les presenté un modelo de la provisión de cuidados alimentarios y nutricionales al paciente hospitalizado. Identificamos, además, aquellos puntos vulnerables del modelo que pueden convertirse en factores de riesgo para el desarrollo de la desnutrición hospitalaria. Estas disquisiciones no son gratuitas, sino que se convierten en los pasos previos y necesarios antes de la organización de un Subsistema de Control y Aseguramiento de la Calidad de las medidas de intervención alimentaria y nutricional. Tal Subsistema es esencial para la prescripción de políticas, estrategias y acciones para la provisión correcta de cuidados alimentarios y nutricionales al paciente hospitalizado.
Ahora bien: ¿qué se entiende por provisión correcta? Resumámoslo en los siguientes puntos:
• El médico de asistencia evalúe correctamente el estado nutricional del paciente, y que diagnostique verazmente el tipo y grado de la desnutrición energético-nutrimental (DEN), si se presenta.
• El médico de asistencia estime correctamente las necesidades de macronutrientes (energía y proteína) y micronutrientes del paciente.
• El médico de asistencia diseñe la vía de administración de los macronutrientes y micronutrientes que sea correcta, para una relación costo-beneficio especificada.
• La dietista convierta la orden de Alimentación en un menú de alimentos que cubra las necesidades de macronutrientes y micronutrientes del paciente, y verifique que se indique correctamente en la Historia Clínica del paciente.
• La pantrista sirva correctamente la bandeja de alimentos al paciente, y verifique que el paciente la consume completamente.
• El farmacéutico convierta la orden de Nutrición Parenteral en una fórmula parenteral que satisfaga las necesidades de macronutrientes y micronutrientes del paciente, instale correctamente la bolsa de nutrientes parenterales, y monitorée su administración.
• No ocurran complicaciones durante y después de la instalación del esquema de Nutrición Parenteral.
• El paciente reciba el (los) nutriente(s) enteral(es) correcto(s) según la orden de Nutrición Enteral.
• La enfermera monitorée la marcha de los esquemas de Alimentación y Nutrición instalados corrientemente, así como los cambios que ocurran en el estado nutricional del paciente, y los notifique oportunamente a los demás integrantes del equipo de salud.
Se espera de la observancia de estos principios que se alcancen entonces los objetivos del Subsistema de Control y Aseguramiento de la Calidad: (1) Garantizar la correcta evaluación del estado nutricional del paciente hospitalizado, (2) Verificar que los esquemas de alimentación y/o nutrición que se instalen en el paciente le aporten los macronutrientes y micronutrientes necesarios para la conservación/ restauración de su estado nutricional, (3) Asegurar que las vías de provisión de alimentos y nutrientes al paciente hospitalizado sean costo-efectivas y costo-beneficiosas, y (4) Minimizar primero, y anular después, la presentación de complicaciones asociadas a los esquemas de Nutrición Artificial.
Me pregunto ahora: ¿es tan difícil de llevar a la práctica lo que hemos expuesto anteriormente? ¿Estas acciones no se corresponden con lo que nos toca hacer, en razón de nuestras profesiones y por el lugar que ocupamos en la estructura de los servicios de salud? ¿Qué nos impide entonces realizarlas?
Creo que en las respuestas a estas interrogantes está la solución al problema que nos plantea la desnutrición hospitalaria.
Una última consideración: La implementación del Subsistema de Control y Aseguramiento de la calidad de los cuidados alimentarios y nutricionales de los pacientes hospitalizados no debe ser aislada y a contrapelo de los otros componentes de un Programa de Intervención. Es necesario construir primero una estructura que permita: 1) la documentación de las actividades contempladas en el PRINUMA (la creación del Manual de Procedimientos del esquema debe ocupar un papel central); 2) el registro de las variables modeladoras de la DEN hospitalaria; y 3) la gestión informatizada del esquema de provisión de los cuidados alimentarios y nutricionales, y del PRINUMA. Es por eso que el Subsistema de Control y Aseguramiento de la calidad se concibe en interrelación estrecha con los otros subsistemas que integran dicho Programa, y a la vez, ocupando una posición jerárquicamente superior, por cuanto representa el colofón de la implementación de la estructura del Programa, y contiene a los demás integrantes del mismo.
Con mis mejores afectos,
Dr. Sergio Santana Porbén.
El Editor.