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De nuevo ante la encrucijada…

Otra vez estamos en la intersección de los dos años. El año 2023 presenció los esfuerzos de muchos en aras de estabilizar el rumbo económico del país, y reemprender la senda del crecimiento en medio de numerosas tensiones y retos. El año 2023 también fue un momento de profunda y crítica reflexión sobre la naturaleza de nuestras actuaciones, y su impacto en las correspondientes áreas de influencia y desempeño. En tiempos críticos (algunos cederían a una natural conducta humana de catalogarlos como apocalípticos) se habla de priorizar prácticas y actitudes. De resultas de ello, se justifica entonces el abandono de algunas como superfluas o poco carentes de valor, y los cuidados alimentarios y nutricionales caen automáticamente en esta categoría.

Tal actitud (simplista por demás) contrasta con lo expresado en varios momentos del año recién concluido que (re)colocaron a la Nutrición clínica y hospitalaria como una de las líneas de desarrollo del MINSAP,[1]-[2] y la reciente aprobación de la Ley de Salud Pública,[3]-[4] que establece normas y pautas para integrar los cuidados alimentarios y nutricionales dentro de los cuidados de salud del paciente y sus familiares. Asimismo, esta simplificación de la realidad obvia que la provisión de cuidados alimentarios y nutricionales es un deber, responsabilidad y obligación del equipo de salud que atiende al paciente y sus familiares, independientemente del escenario de la atención de salud.

Congruente con lo anteriormente dicho, la capacitación continuada es otra tarea estratégica en los tiempos que corren, por cuanto se revela instrumental en la preparación teórico-práctica de las nuevas generaciones de nutricionistas y, por extensión, de profesionales de la salud. Un equipo de salud empoderado con conocimientos sólidos será capaz de lidiar con cualquier eventualidad que surja durante la atención del enfermo, y suministrarle cuidados alimentarios y nutricionales que sean adecuados, oportunos y costo-efectivos. Y por último, no se ha de descuidar la investigación científica y la actividad literaria como herramientas claves en el asentamiento, gestión y difusión de nuestras experiencias y sabidurías.

Más que difíciles, son tiempos retadores. Y yo le daría de vuelta al sofisma que esbocé párrafos arriba: las que son superfluas, y por lo tanto, deben (tienen que) ser desechadas son aquellas prácticas y actitudes que nos impiden cumplir con nuestro cometido como nutricionistas.

El año 2024 se antoja también complejo y lleno de dificultades, pero también pleno de oportunidades. Como Nación hemos a(en)fro(e)ntado desafíos mayúsculos y sin paralelo en nuestro empeño por llevar adelante nuestro proyecto nacional e identitario. Hoy, quienes lo asumen, lo hacen con un total conocimiento de causa, sin otra recompensa que la satisfacción del deber cumplido.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

[1] Las ciencias médicas y biofarmacéuticas en Cuba en 2022. Mesa Redonda. Emisión del 31 de Enero del 2023. Televisión Cubana. La Habana: 2023.
[2] Santana Porbén S. De vuelta a lo básico. La Columna del Editor. Disponible en: https://instituciones.sld.cu/nutricionclinica/editoriales-anteriores/de-vuelta-a-lo-basico/.
[3] Proyecto de la Ley de Salud Pública. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/noticias/2023/11/01/descargue-en-pdf-el-proyecto-de-ley-de-la-salud-publica-y-el-proyecto-de-ley-de-la-fiscalia-militar/.
[4] Santana Porbén S. La Columna del Editor. Disponible en: https://instituciones.sld.cu/nutricionclinica/editoriales-anteriores/a-proposito-de-la-ley-de-salud-publica-y-la-actuacion-nutricional/.

SALUDOS Y BENDICIONES PARA LOS NIÑOS, LAS MADRES Y LAS FAMILIAS EN EL AÑO NUEVO 2024