Cambiar mente y acción, para bien de nuestros pacientes

Inicio > Del Editor > Editoriales anteriores > Editorial 5 Febrero 2024

En el reciente pasado Diciembre del 2023 ocurrieron las 3 reuniones cumbres de los poderes y estamentos del Estado y Gobierno cubanos. En la primera quincena del mes ocurrió el VII Pleno del Comité Central del Partido Comunista (PCC), donde se evaluó el cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, y se discutió el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2030 [1]-[2]. Unos días más tarde, se celebró el segundo período ordinario de sesiones de la X Legislatura, donde el estado de la economía nacional ocupó el centro de los debates, así como las medidas contempladas en el Programa de Estabilización Macroeconómica propuesto para su implementación en el venidero 2024 [3]-[4]. El mes culminó con la reunión conjunta de los Consejos de Estado y Ministros donde se discutieron los planes de contingencia económica para el próximo año, y las tareas y responsabilidades que le competen en ellas a los organismos ejecutores de la Administración Central del Estado. Como ya se habrá leído y concluido de la lectura del párrafo precedente, en estos 3 encuentros se discutieron la actual situación social y económica del país, y las dificultades y retos que la crisis global multidimensional colocan ante sí al país, unidas a las derivadas de la beligerancia de los sectores anticubanos más recalcitrantes del establishment norteamericano.

Más allá de juicios y reflexiones, de todos estos encuentros emergió un único concepto: no se puede continuar haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes. Dicho de otra manera: los tiempos y las circunstancias imponen (obligan a) nuevas formas de pensar y actuar. Y ello me trae, otra vez, a discutir sobre el lugar de la actuación alimentaria y nutricional dentro de los cuidados generales de salud.

En años recientes hemos asistido (incluso participado) en la redacción, discusión y promulgación de cuerpos legales que amparan, protegen y promueven el derecho de todo ser humano al mejor cuidado nutricional posible en correspondencia con su dignidad como ser humano, y también como medio y vehículo para su recuperación y reinserción social, laboral y familiar. En Cuba, además, se han aprobado sendas leyes sobre la seguridad alimentaria y nutricional y la educación nutricional, y la salud pública, donde se expresan conceptos y pautas para la protección alimentaria y nutricional de poblaciones vulnerables y precarias, los enfermos y sus familiares entre ellos. Y sin embargo, y a pesar de todo este esfuerzo, todavía asistimos al divorcio entre la aspiración y la realidad, entre el deseo y el hecho, entre la palabra y el acto.

El momento ha llegado de reeditar el Estudio Cubano de Desnutrición Hospitalaria para, de esta manera, obtener un cuadro actual de los cuidados alimentarios y nutricionales que recibe el paciente que es atendido en nuestras instituciones de salud. Todo apuntaría a que, tras la pandemia de la Covid-19, y el impacto negativo que las hostilidades extremas antes relatadas han traído para el sector de la salud, la tasa de desnutrición hospitalaria pueda incluso superar la observada hace 20 años: una presunción que, de hacerse cierta, reafirmaría lo expresado en otras partes que, en un ambiente de crisis, los cuidados nutricionales serían desechados como superfluos, innecesarios, engorrosos y demandantes, sin que se paren mientes en los costos de todo tipo de tal decisión [6]-[8].

Durante mucho tiempo hemos esperado a que apareciera una “bala mágica” (o lo que sería lo mismo: una “píldora mágica”) que resolvería los problemas nutricionales que pudieran presentarse en el enfermo sin que fuera requerido un mayor involucramiento teórico-práctico que el que encierra ofrecer una cápsula o una bebida, o administrar una inyección. En el entretiempo, han desfilado ante nosotros soluciones estrellas como la arginina, la glutamina, y el ácido beta-hidroxi-metil-butírico (HMB), que lamentablemente, no han sobrevivido a sus propias expectativas.

Una vez más: los cuidados alimentarios y nutricionales no solo son un derecho inalienable del enfermo, y parte integral de los cuidados generales de salud, sino también, y lo que es más importante, un deber, una responsabilidad y una obligación del médico actuante, y por extensión, del equipo de salud. En virtud de tal, los grupos básicos de trabajo, de conjunto con las entidades hospitalarias y administrativas, deben construir los espacios que sean necesarios para asegurar la provisión de tales esfuerzos, y dotarlos de los recursos, herramientas, presupuestos y procedimientos correspondientes. Encima de ellos, se deben implementar los mecanismos de supervisión, acompañamiento y retroalimentación que permitan la elaboración de juicios de valor sobre el impacto de estos cuidados en el estado de salud del enfermo y la economía del hospital, así como del sector de salud. Y a fuerza de sonar repetitivo, se debe promulgar que el nutricionista que egresa de nuestras salas formativas se integre dentro del equipo de salud, y actúe al lado de la cama del enfermo, en la intimidad de su familia, velando por la recuperación nutricional. Muy probablemente estas acciones pudieran significar la diferencia (me atrevo a afirmar que enorme) entre lo que hacemos hoy en día y lo que nos corresponde hacer en las actuales circunstancias.

Espero que les sea de utilidad.

Dr. Sergio Santana Porbén
El Editor

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

[1] Sesiona VII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/noticias/2023/12/15/sesiona-vii-pleno-del-comite-central-del-partido-comunista-de-cuba/.
[2] VII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba: Dar la batalla, con firmeza ideológica. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/noticias/2023/12/16/vii-pleno-del-comite-central-del-partido-comunista-de-cuba-dar-la-batalla-con-firmeza-ideologica/.
[3] Sesionan las comisiones permanentes de la Asamblea Nacional: La economía al centro del debate. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/noticias/2023/12/18/comienzan-sesiones-de-trabajo-de-las-comisiones-permanentes-de-la-asamblea-nacional-la-economia-al-centro-del-debate/.
[4] Marrero Cruz M. No estamos sentados esperando, estamos buscando soluciones propias. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/noticias/2023/12/20/marrero-cruz-no-estamos-sentados-esperando-estamos-buscando-soluciones-propias/.
[5] Consejo de Ministros analiza importantes tópicos de la vida económica y social del país. Disponible en: http://www.cubadebate.cu/noticias/2023/12/30/consejo-de-ministros-analiza-importantes-topicos-de-la-vida-economica-y-social-del-pais/.
[6] Picchioni F, Goulao LF, Roberfroid D. The impact of COVID-19 on diet quality, food security and nutrition in low and middle income countries: A systematic review of the evidence. Clinical Nutrition [Edinburgh: Scotland] 2022;41(12):2955-64. Disponible en: http://doi:10.1016/j.clnu.2021.08.015.
[7] Barrocas A, Schwartz DB, Bistrian BR, Guenter P, Mueller C, Chernoff R, Hasse JM. Nutrition support teams: Institution, evolution, and innovation. Nutrition Clinical Practice 2023;38(1):10-26. Disponible en: http://doi:10.1002/ncp.10931.
[8] Busch RA, Stone S, Kudsk KA.  A tale of two analyses: Administrative vs primary review of nutrition support team performance. Nutrition Clinical Practice 2023;38(1):102-7. Disponible en: http://doi:10.1002/ncp.10856.
[9] Campión J, Milagro FI, Martínez JA. Genetic manipulation in nutrition, metabolism, and obesity research. Nutrition Reviews 2004;62(8):321-30. Disponible en: Disponible en: http://doi:10.1111/j.1753-4887.2004.tb00057.x.