Factores de riesgo modificables en la enfermedad de Alzheimer

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Factores de riesgo de la enfermedad AlzheimerSe han desarrollado múltiples estudios para definir los factores de riesgo de Alzheimer (EA). Enfermedad neurodegenerativa de etiología desconocida caracterizada por un deterioro progresivo de la memoria y la función cognitiva, que representa aproximadamente el 50-75 % de todos los casos de demencia según la OMS.

Los estudios la relacionan con antecedentes familiares (genéticos), antecedentes de traumatismo craneoencefálico, exposición a tóxicos (aluminio), agentes infecciosos (virus), los radicales libres, entre otros.

Los objetivos principales en la atención relacionados con la enfermedad son: diagnosticarla precozmente para posibilitar un tratamiento temprano; optimizar la salud física, la cognición, la actividad y el bienestar; identificar y tratar enfermedades físicas concomitantes; detectar y tratar los síntomas conductuales y psicológicos problemáticos; proporcionar información y apoyo a largo plazo a los cuidadores.

Los factores de riesgo para la demencia tipo Alzheimer (DTA) son clasificados como: modificables y no modificables. En Cuba entre un 10 y 20 % de la enfermedad es de origen genético, y el 80 % se presenta relacionado con factores ambientales.

A pesar de que la prevalencia de EA va en aumento exponencialmente, los conocimientos sobre los factores de riesgo modificables son limitados. Algunos de los más citados son: la dieta, bajo de educación, tabaquismo, obesidad y la diabetes mellitus.

Nivel educacional

Importantes investigaciones han demostrado cierta protección a padecer de demencias en personas que presentan un nivel de escolaridad o intelectual elevado, como respuesta a sus reservas cognitivas que le permiten tener una funcionabilidad más alta lo que hace que sea más difícil su
aparición.

Un estudio publicado por Chengxual y colaboradores en el año 2001 con un universo de 1296 individuos de 75 años o más, seguidos por 2.8 años, arrojó que 109 ancianos padecieron de EA y estuvo asociado al nivel educacional bajo.

Hábito de fumar

Diversas investigaciones señalan al hábito de fumar como factor de riesgo para la aparición de demencias, pero esta afirmación es controvertida, algunos estudios han visto una asociación del 100 % de incremento del riesgo de la demencia tipo Alzheimer, mientras otros lo asocian al hábito de fumar al bajo riesgo de aparición de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de párkinson y algunos subtipos de demencia.

Diabetes

La diabetes tipo 2 se ha asociado con la Enfermedad de Alzheimer pues comparten mecanismos celulares y moleculares. La resistencia a la Insulina es el vínculo entre ambas enfermedades; la presencia de diabetes en los primeros años de vida duplica el riesgo de padecer demencia. Debido a la fuerte relación, algunos investigadores y clínicos sugieren que la enfermedad de Alzheimer podría ser considerado como diabetes tipo 3.

Actividad física

La actividad física regular contribuye de manera importante a la salud del individuo, promueve y mantiene el peso adecuado y reduce los riesgos de enfermedades crónicas.

La actividad física escasa constituye un factor de riesgo para desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Sandra K. Pope y cols. En el Estudio Canadiense de Salud y Envejecimiento demostró que la actividad física regular en los adultos mayores cognitivamente normales, se asocia con menor riesgo de EA al evaluarlos en seguimiento por 5 años.

La actividad física aumenta el flujo sanguíneo cerebral y estimula el crecimiento neuronal lo que se asocia a menor probabilidad de desarrollar el Alzheimer, reduce el riesgo de hipertensión y la obesidad, dos condiciones implicadas en la EA.

Dieta

La dieta forma parte de un estilo de vida saludable e influye en el riesgo de padecer varias enfermedades y en el proceso de envejecimiento en general. Este es uno de los factores ambientales modificables más importante, la manera en que el individuo se alimenta influye en su salud y bienestar.

Las investigaciones de los últimos años han obteniendo progresos graduales que vislumbran algunas conclusiones. Estudios prospectivos indican que la dieta mediterránea se asocia a un deterioro cognitivo más lento y a menor riesgo de EA, sin evidencia suficiente para hacer recomendaciones dietéticas específicas.

También se han examinado los efectos de ciertos patrones dietéticos, que consiste en una elevada ingestión de frutas, hortalizas, productos integrales y pescado.

Antioxidantes

Se piensa que la inflamación neural y el daño oxidativo son mecanismos claves en el desarrollo de demencia. El estrés oxidativo daña directamente componentes celulares, resultando en daño de la sinapsis y muerte de la célula nerviosa.

Se considera que los antioxidantes actúan en contra de la neurodegeneración, limitando la producción de substancias toxicas y reduciendo el daño producido por los radicales libres.

Los nutrientes con propiedades antioxidantes, incluyen la vitamina C, la E y los flavonoides. La mayoría de las investigaciones se han enfocado en el efecto protector potencial de la vitamina E, así como en la acción de factor protector para el desarrollo de Enfermedad de Alzheimer tiene la ingesta moderada de vino, atribuible al poder antioxidante de los flavonoides que contiene.

Vitaminas

Las vitaminas juegan un papel importante en el deterioro cognitivo y en la aparición de EA, requiriéndose continúen los estudios que confirmen su rol en la etiología de la enfermedad, así como los mecanismos mediante los cuales actúan, es destacable que son micronutrientes provenientes de la dieta o de suplementos.

Dos extensos estudios prospectivos poblacionales sobre dietas ricas en vitaminas E y C (presentes en verduras y frutas frescas) expresan que estas pueden disminuir de forma significativa el riesgo de desarrollar EA, basándose en el efecto protector de estos conocidos y potentes antioxidantes; estas evidencias aunque importantes aun no son concluyentes, ya que no permiten valorar si el uso de suplementos vitamínicos u otros antioxidantes pudiesen proporcionar protección total al desarrollo de EA, se proponen para ello realizar ensayos clínicos.

Las vitaminas del complejo B (fundamentalmente B6, ácido fólico y B12) han sido estudiadas en relación con la EA, debido a su papel como cofactores en el metabolismo de la homocisteína, por lo que asocian su deficiencia al incremento de esta última.20

Ácido docosahexaenoico (DHA)

El ácido docosahexanoico (DHA) pertenece a la serie o familia de ácidos grasos poli insaturada omega-3, es de cadena larga, altamente insaturado, no se sintetiza en el cuerpo humano, pero es constituyente esencial de la dieta, es particularmente importante para el cerebro, más del 22 % de la corteza cerebral y la materia blanca están hechas de fosfolípidos, y la función de la membrana celular neuronal esta modulada por la composición de sus ácidos grasos.

La importancia de las funciones a nivel central de los ácidos omega-3 parece tener sustento desde el plano neurobiológico, especialmente como estabilizador de las membranas neuronales y, en consecuencia, optimizando diversos sistemas de comunicación.

Los ácidos omega-3 parecen tener una acción neuro protectora debido a mecanismos antiinflamatorios, anti oxidativa, anti apoptóticos y cardio protectora, participa en la neurogénesis e interviniendo positivamente en ciertos procesos neurodegenerativos.

El omega-3 de la dieta, está también implicado en el crecimiento neuronal y sináptica; se considera implicado en las vías vasculares, inflamatorias y amiloideas de demencia y por tanto son potencialmente importante en la aparición de demencia vascular, EA y en demencias mixtas.

Su principal fuente son los pescados azules como el salmón, Arenque, sardinas y otros.

Los pacientes con EA muestran niveles más bajos de ácido docosahexaenoico (DHA, C22: 6; omega-3) en plasma y tejido cerebral, en comparación con controles pareados por edad. Además, los estudios epidemiológicos indican que una alta ingesta de DHA podría tener propiedades protectoras contra las enfermedades neurodegenerativas.

Estas observaciones se sustentan por estudios in vivo que demuestran que las dietas ricas en DHA, limitan las lesiones sinápticas y disminuyen los defectos cognitivos inducidos por el péptido β-amiloide.

Aunque las bases moleculares de estos efectos neuroprotectores aún siguen siendo desconocidas, se han propuesto varios mecanismos, tales como: la regulación de la expresión de genes potencialmente protectores, la activación de vías antiinflmatorias, la modulación de las propiedades funcionales de las membranas neuronales, junto a cambios en las características estructurales y físico-químicas de las mismas.

Según algunos investigadores el suplemento con altas dosis de DHA en portadores del gen que codifica para la proteína APOE4 antes del inicio de la demencia puede ser prometedor para disminuir la incidencia de la EA dado el perfil de seguridad, la disponibilidad y la asequibilidad de los suplementos de DHA.

Flavonoides

Son un grupo de sustancias químicas encontradas en las plantas; se caracterizan por tener un grupo fenol por molécula. Se ha observado asociación protectora entre los polifenoles dietéticos y la prevención de Enfermedades crónicas como: ECV, diabetes, cánceres, osteoporosis, entre otras.

Los polifenoles están presentes en el vino (blanco y rojo), té verde y negro, aceite de oliva, chocolate, cacao, frutas (uvas y granadas) y verduras. El flavonoide ha sido ampliamente estudiado, y se reconocen como agentes capaces de influir en la plasticidad sináptica, en la mejora de la memoria y del aprendizaje en animales y el hombre. La acumulación de pruebas sugiere que ciertos flavonoides dietéticos podrían retrasar la aparición y relentecer la progresión de AD.

En los últimos quince años se han considerados solamente como antioxidantes, sin embargo, se le atribuye además la capacidad de combatir la disfunción neuronal y la toxicidad mediante el reclutamiento antiapoptóticos prosupervivencia de las vías de señalización, el aumento de la expresión de genes antioxidantes, y la reducción de una patología. Los trabajos futuros deberían encaminarse a determinar los mecanismos de los efectos inducidos por los flavonoides en el mejoramiento del rendimiento cognitivo en humanos.

(Con información de Revista Científica)

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