La respuesta a la COVID-19. Informe Anual 2020 de UNICEF

Este año se conmemora el 75 aniversario de UNICEF. Se fundó en mitad de otra crisis histórica posterior a la Segunda Guerra Mundial y, como en la actualidad, la escala de las dificultades a las que se enfrentaban los niños era sobrecogedora. El Informe anual 2020 del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) subraya que el Covid-19 ha ocasionado trastornos, incertidumbre y dolor en todo el mundo y aunque los niños parecen ser menos vulnerables al virus de manera directa, el cierre de las escuelas, la mayor exposición al abuso, los problemas de salud mental que han sufrido los progenitores y las familias, el distanciamiento de los amigos y la pérdida de acceso a los servicios esenciales de salud y protección los han perjudicado enormemente.

No todos los niños han sufrido por igual. La pandemia ha puesto de relieve las profundas desigualdades que existen desde hace demasiado tiempo y que afectan especialmente a los niños de los países y las comunidades más pobres, así como a los que ya estaban en una situación desfavorecida debido a la discriminación, la exclusión social, la fragilidad y el conflicto.

El carácter hábil e innovador de la respuesta de UNICEF a la pandemia permitió emplear nuevos enfoques de trabajo. La División de Suministros de UNICEF se sirvió de su experiencia logística para distribuir en 2020 un total de 500 millones de artículos de equipos de protección personal a 138 países. UNICEF utilizó sus sistemas de datos para evaluar con rapidez los efectos de la pandemia sobre los niños y aprovechó su amplia presencia en más de 190 países y territorios y su doble mandato humanitario y de desarrollo con el fin de desempeñar un papel fundamental en la respuesta coordinada frente a la Covid-19.

UNICEF siguió fortaleciendo la atención materna y neonatal, promoviendo programas que permitieron prestar asistencia en el nacimiento de 30,5 millones de niños en el entorno seguro de un centro de salud. En 25 países donde la prevalencia de la neumonía es alta, 8,7 millones de niños con posibles casos de esta enfermedad recibieron antibióticos. Además, se distribuyeron mosquiteros tratados con insecticida a 2,5 millones de personas afectadas por situaciones humanitarias con el fin de prevenir el paludismo, sobre todo en Etiopía, Somalia y Sudán del Sur.

La COVID-19 ha puesto de relieve la urgente necesidad de abordar la brecha digital y el acceso desigual a una educación de calidad. Se estima que 23,8 millones de niños y jóvenes abandonarán la escuela debido a la pandemia. UNICEF encontró nuevas formas de abordar la exclusión y la desigualdad y garantizar la continuidad de la educación. Con este propósito, adaptó y utilizó la tecnología para ofrecer servicios de educación a distancia y ayudar a las escuelas a volver a abrir en condiciones de seguridad, en coordinación con los sectores de la salud, y la protección de la infancia. Además, UNICEF fortaleció la resiliencia de los sistemas educativos y protegió la financiación de la educación.

No obstante, queda mucho trabajo por hacer. La discriminación y la desigualdad siguen estando profundamente arraigadas y, como resultado, muchísimos niños y jóvenes desfavorecidos están quedándose rezagados. UNICEF trabaja con dedicación para atender a los niños de los hogares, las comunidades y los países más pobres y desfavorecidos. “Seguimos luchando en primera línea para proporcionar una oportunidad justa a cada niño”.

Enlace al documento: https://www.unicef.org/media/101036/file/UNICEF%20Annual%20Report%202020.pdf/

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