35 AÑOS DE FUNDADO EL PROGRAMA DEL MÉDICO Y LA ENFERMERA DE LA FAMILIA EN CUBA. POR FIDEL.

 

Imagen1Imagen3Imagen2

Imagen4

 

 

 

 

Con un matutino especial, en el Policlínico  Universitario “27 de Noviembre”,y en el 35 aniversario de la fundación del programa del Médico y la Enfermera de la familia, se recuerda y …

Se reconoce la labor desarrollada por especialistas en los 26 consultorios  del municipio de Marianao y pertenecientes al  área de atención del policlínico “27 de Noviembre”, que pese a las dificultades, se crecen, y libran la batalla contra cuantas dificultades se les interpongan, entre estos trabajadores profesionales de la salud, se destacan la labor realizada por la Dra. Caridad Pérez Pérez, y la Señorita Licenciada en Enfermería. Leydiana, quienes ahora desempeñan otras labores dentro del policlínico,  siempre al frente de los Grupos Básicos de Trabajo, Orientando, Guiando, Supervisando, aconsejando , en fin para que este Plan, cumpla siempre su objetivo y por el cual fué fundado por nuestro Comandante en Jefe. Fidel castro Ruz.

La idea del Comandante en Jefe de crear un médico diferente y un nuevo especialista, con la finalidad de alcanzar nuevos niveles de salud y mayor satisfacción a la población, se materializa en el médico de la familia.

La salud pública cambió su organización y sus métodos, ya que situó al médico de la familia como el máximo responsable de la salud de los individuos, las familias y del medio, con la premisa de preservarlo de esquemas burocráticos, de mantenerlo en contacto directo con su población y que mantuviera su plena consagración al trabajo.

Con el fundamento de los elementos mencionados se elaboraron programas de trabajo para el médico de la familia, el policlínico y el hospital, que se integraron en un solo programa; con acciones que respondían a las ideas que conducen este modelo de atención. Estos programas tuvieron un carácter de provisionalidad, y se enriquecen con la práctica y la experiencia de sus ejecutantes, por lo que ha permitido su constante perfeccionamiento.

Aún, cuando la práctica demostró lo adecuado de estos programas y su aplicación, ha estado en correspondencia con los cambios ocurridos en el sistema de salud y las condiciones objetivas y subjetivas que los han acompañado, se hace necesario enriquecerlos y convertirlos en algo propio incorporado en el quehacer diario del médico y la enfermera(o) de la familia y del especialista en medicina general integral.

Desde el propio surgimiento del Policlínico, en el año 1963, las actividades que se han realizado en Cuba en la atención ambulatoria se han organizado en forma de programas.

Los programas de salud representan la vía ideal para agrupar integralmente las acciones de salud, dirigidas a alcanzar los propósitos y objetivos preestablecidos, con el ahorro de esfuerzos, el incremento de la eficiencia e integración de todos los factores.

La existencia de programas ha garantizado una sistematicidad, uniformidad, planificación y control de las acciones de salud. Los logros alcanzados en la Salud Pública han estado ligados a la ejecución de estos programas, los que se han desarrollado en concordancia con el momento histórico concreto y han respondido al modelo organizativo que se ha utilizado en cada etapa.

Los primeros programas de salud en Cuba estaban encaminados a erradicar o controlar diferentes enfermedades o daños, como el Programa de control de las enfermedades diarreicas y respiratorias agudas, el Programa de control de la tuberculosis y otros. Después surgieron los programas priorizados para la atención a grupos de personas con mayor riesgo, como la madre y elniño menor de un año.

Después, en 1973, se elaboraron los programas de atención integral a las personas, específicamente los de Atención al niño, a la mujer y al adulto, los cuales se agruparon junto a los de Atención estomatológica, de Nutrición y los de Epidemiología en un solo documento llamado Los Programas básicos del área de salud (libro rojo).

En 1984, con la incorporación del médico y la enfermera(o) de la familia a partir de las concepciones del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se realizan modificaciones positivas en la forma, contenido y la práctica de la atención médica, estableciéndose cambios en la atención ambulatoria que han repercutido favorablemente en todo el Sistema Nacional de Salud.

Con la finalidad de adecuar el trabajo de los médicos y las enfermeras(os) a su nueva labor, se hizo necesario hacer cambios en los programas de salud y en las formas de evaluación y control, partiendo de premisas que tuvieron en cuenta la función de guardianes de la salud y la consagración al trabajo; evaluando los resultados por medio de las acciones tomadas y de las modificaciones cualitativas logradas y no en el alcance de metas numéricas.

Las actividades se programaron a partir de las familias, pero sin olvidar las acciones individuales y específicas que corresponden a la mujer, al niño, al adolescente, al adulto y al anciano, de forma integral. La estructura de los objetivos del Programa agrupó el pensamiento médico en propósitos de promoción, prevención, diagnóstico y tratamiento oportunos, así como la rehabilitación, se incluyeron los aspectos sociales e higienicosanitarios y, por último, estos profesionales no podían responder a la esperanza de la sociedad, si no tuviera un objetivo que se propusiera alcanzar especialistas altamente calificados mediante un proceso docente basado en las experiencias de su práctica en la comunidad, que atienda la constante superación y la investigación de los problemas de salud, el cual ha llegado hasta los tiempos actuales con el desarrollo más universal de los procesos docentes, y que asume los servicios de la atención primaria como los escenarios fundamentales para la formación de los futuros profesionales y donde el especialista en medicina general integral tiene un función protagónica.

Por lo que, tomando en consideración el desarrollo alcanzado, la experiencia acumulada, el perfeccionamiento logrado en los servicios de los policlínicos y áreas de salud, así como el capital humano calificado con que cuenta el sistema de salud en Cuba, es pertinente renovar estos programas y organizar el trabajo sin esquemas rígidos, permitiendo la flexibilidad necesaria y teniendo en cuenta la consagración de sus ejecutores, donde el ejemplo personal en los hábitos adecuados de vida y costumbres, la práctica de actividad física y otros atributos, sean determinantes para influenciar positivamente en la colectividad.

La estrecha unión del médico y la enfermera(o) a la comunidad y la participación de las masas en la solución de sus problemas de salud, continuarán determinando los cambios positivos en el estado de salud de esta y posibilitará alcanzar nuevas metas en el propósito de continuar mejorando los indicadores de salud de la población. Como parte de las transformaciones en Cuba, y a partir de las prioridades del Ministerio de Salud Pública para el año 2010, el Sistema Nacional de Salud se encuentra inmerso en profundas transformaciones, encaminadas a continuar mejorando el estado de salud de la población, con servicios eficientes, sostenibles y de mayor calidad, por lo que se hace necesario, actualizar el Programa del médico y enfermera(os) de la familia, como modelo de atención de la Atención Primaria de Salud. Se elaboró este Programa sustentado en las transformaciones del sistema y en las insatisfacciones de la población, dirigida al desempeño de los médicos y enfermeras(os) de la familia en los consultorios, reflejándose además las actividades del policlínico y el hospital, que aseguran la labor de los equipos básicos de salud y se mantuvo la concepción del médico de familia como “Guardián de

la Salud”.

Se llevó a un proceso de discusión en todos los niveles del sistema de salud,

pues las acciones emanadas del Programa, no son exclusivas del médico y la enfermera(o) de la familia ni del sistema de salud, se necesita también participación social y comunitaria y la acción intersectorial para lograr la calidad y la excelencia de los servicios.

Se necesita una revolución también en los equipos de dirección de las instituciones, con sentido de pertenencia, lograr la participación comprometida, con interés y motivación de los trabajadores para que el proceso de trasformación se corresponda con los momentos actuales.

 

Categorizado en Uncategorized por el #