Inicio > Del Editor > Editoriales anteriores > Editorial 23 Mayo 2004 > Editorial Acompañante
Los conceptos que relacionan los valores plasmáticos de Albúmina con la evolución posterior de los pacientes quirúrgicos aparecieron en la literatura en épocas tan distantes como 1955, cuando Rhoads y Alexander demostraron la relación entre las infecciones postoperatorias y el mal estado nutricional, por un lado, y la disminución de la concentración de Albúmina sérica, por el otro.
Después de estos primeros reportes, se le dio un enfásis aún mayor a los valores de Prealbúmina, Transferrina y Proteína unida al retinol. En la última década aparece, de nuevo, un gran número de trabajos que relacionan el pronóstico en cuanto a la mortalidad de los pacientes sujetos a gran cirugía en neoplasias del esófago y estómago, y los valores de albúmina previos a la operación. En estos estudios multicéntricos se detectó cómo la mortalidad aumentaba a medida que bajaban los niveles de albúmina sérica, siendo la misma de más del 90% si las cifras eran menores de 20 g/L. También desde hace varias décadas se conoce la asociación entre la evaluación nutricional (a través de la relación entre el Peso para la Talla) y el pronóstico post-operatorio, yendo de la mano el empeoramiento pronóstico con el déficit nutricional del paciente.
En nuestro medio la relación entre los niveles de Albúmina y complicaciones post-operatorias ha sido corroborada por la Dra. Ana Luisa Rodríguez Fernández, cirujana del Hospital Pediátrico “William Soler”. La correlación entre el Peso para la Talla y el estado nutricional deficitario y un mayor número de complicaciones también fue demostrado en un estudio con 30 niños operados de esofagocoloplastia en el Hospital Pediátrico “Juan Manuel Márquez” (Ciudad Habana, Cuba).
Estas evidencias confirman, una vez más, la necesidad de una evaluación nutricional prequirúrgica que incluya el establecimiento de la relación Peso/Talla mediante cualquiera de sus metámetros (de los que el Indice de Masa Corporal es uno de los más difundidos, aunque no el único), y la determinación de la Albúmina sérica. Le toca a los cirujanos y pediatras del hospital involucrado, en unión de los Grupos de Apoyo Nutricional (GAN) actuantes, asegurar el registro y documentación de la relación Peso/Talla de sus pacientes. Respecto del segundo de los acápites, se puede afirmar que los reactivos requeridos para la determinación de la Albúmina sérica se producen en instalaciones científicas de nuestro país, y que los directivos y administrativos de tales centros han acordado incrementar los volúmenes de producción para garantizar su utilización en pacientes pediátricos que serán objeto de grandes cirugías electivas (tales como la enfermedad de Hirschprung, ano imperforado, esofagocoloplastias, por citar algunas) en los 4 grandes hospitales pediátricos de La Habana.
Lo antes expuesto no busca la realización de un trabajo científico nuevo, pues el tema está harto demostrado a nivel internacional. Sólo pretendemos actuar para disminuir la morbilidad post-operatoria en la Gran Cirugía Pediátrica, al lograr que los pacientes sean llevados al quirófano con un mejor estado nutricional.
Dr. Mario Callejo Hernández.
Especialista de Segundo Grado en Pediatría.
Servicio de Terapia Intensiva.
Hospital Pediátrico “Juan Manuel Márquez”
