Inicio > Del Editor > Editoriales anteriores > Editorial 8 Enero 2021
En la coyuntura divisiva e inevitable de los dos años, me siento a la computadora a redactar este editorial, y con él, y mediante él, a hilvanar varias ideas y percepciones sobre lo vivido (que ya no puede ser modificado) y lo por vivir (donde nos toca actuar).
Se ha vuelto lugar trillado decir que el 2020 fue marcado por la pandemia de la Covid-19, y a fuerza de repetirlo, hemos llegado a la banalización de este parteaguas. La Covid-19 demostró lo vulnerable que es la construcción humana en todas sus dimensiones, pero igualmente demostró la capacidad de adaptarse y resistir de algunos, y la total incapacidad de otros para reconocer que el escenario ha cambiado, y con él, la (esclerosada) mentalidad que impedía la adopción de nuevos modelos de pensamiento y actuación.
De forma interesante, la Covid-19 impulsó enormemente la virtualización de las reuniones sociales y científicas. Siempre celebré la comparecencia del Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en la Asamblea General de las Naciones Unidas efectuada a principios del año 2019 cuando dijo que hubiera sido más productivo, cuando no menos costoso, realizar tal reunión de manera virtual mediante alguna de las plataformas que hasta aquel entonces eran vistas como un juguete digital más. El tiempo le dio la razón. En lo que a nosotros concierne, muchas sociedades incluidas dentro del espacio Felanpe celebraron sus reuniones anuales de forma virtual. La propia Felanpe organizó una Jornada virtual de 3 días de duración con especialistas y profesionales de toda la región iberoamericana. Esta es una avenida de desarrollo que la Sociedad Cubana de Nutrición Clínica y Metabolismo debe emprender sin dilación, y sin reparar en obstáculos ni tecnológicos (que siempre los habrá) ni supraestructurales (que son los más formidables en esta etapa necesaria e impuesta de cambios).
Por otro lado, la Covid-19 trajo de vuelta el paradigma de la Inmunonutrición cuando los tan publicitados estudios multicéntricos que fueron encaminados a demostrar los beneficios de inmunonutrientes seleccionados (entre ellos la glutamina) culminaron en los resultados tan lamentables que fueron publicados (a fuer de usar una palabra que suene políticamente correcta). Hoy se percibe que, de cara a un virus tan contagioso por un lado, y un huésped tan precarizado nutricionalmente por el otro, la manipulación y fortalecimiento del sistema inmune mediante nutrientes vehiculados con alimentos y/o soluciones farmacéuticas podría ser la ventaja adicional para una mayor supervivencia. Cabe esperar entonces la aparición de reportes que discutan la efectividad de tales fármaco-intervenciones en ocasión de la Covid-19 para una mejor apreciación de las bondades de las mismas. Debe entonces llenarnos de satisfacción que la Sociedad nuestra haya publicado en este año su posición sobre la actuación alimentaria, nutrimental y metabólica en las distintas etapas de la infección viral conjugando sabiamente la mejor evidencia científica disponible y la experiencia y la sabiduría acumuladas en la provisión de cuidados nutricionales en las instituciones hospitalarias del país.
En lo local, el año 2021 ha comenzado con la puesta en marcha de la Tarea Ordenamiento, y es innegable que la comercialización, distribución y accesibilidad de los alimentos ocupará una parte importante de tales esfuerzos. Hoy se revela la existencia de numerosas familias en situación de vulnerabilidad social y económica, y que deberán ser protegidas alimentaria y nutricionalmente por el Estado y el Gobierno. Esta circunstancia se extenderá inmediatamente a los enfermos crónicos en los que se conducen tratamientos dilatados en el tiempo, y los ingresados en los hospitales y las unidades de cuidados intensivos. La Tarea Ordenamiento implicará también el reajuste y la reinserción de los nutricionistas dentro de los distintos niveles del Sistema de Salud Pública, así como en otras esferas de la actividad social y económica donde serían imprescindibles su presencia y actuación. El reto es sin dudas enorme, pero no tenemos otra opción que enfrentarlo, por el bienestar de nuestros pacientes y sus familiares.
Espero que les sea útil.
Con mis mejores afectos,
Dr. Sergio Santana Porbén
El Editor
¡PAZ Y PROSPERIDAD LES DESEA LA SOCIEDAD CUBANA DE NUTRICION CLINICA Y METABOLISMO!