Despidiendo un año intenso

Inicio > Del Editor > Editoriales anteriores > Editorial 28 de Enero del 2015

Retomo la columna después de varios meses de inactividad, en virtud de otras prioridades (cual de ellas más urgente) como la recolocación de la RCAN Revista Cubana de Alimentación y Nutrición dentro del catálogo de las publicaciones biomédicas cubanas, el cierre de las actividades del Segundo Estudio Cubano de Desnutrición Hospitalaria, la conducción de los programas de desarrollo de la Sociedad Cubana de Nutrición Clínica y Metabolismo, con la apertura y supervisión del funcionamiento de los capítulos provinciales, y la redacción de la Maestría en Nutrición clínica y hospitalaria; y encima de todo ello, una transición laboral con la que concluí mi trayectoria ininterrumpida durante los últimos 17 años como nutricionista para ocuparme de otras tareas y responsabilidades.

También en el año que culmina han ocurrido sucesos tan trascendentales que era forzoso dejar que el tiempo transcurriera para poder aquilatar el impacto de los mismos en nuestro devenir como Sociedad. Pero llegada la confluencia entre el Año Viejo y el Nuevo, debo imponerme hacer una parada en el camino, repasar lo sucedido, y con una mente fresca y desprejuiciada, proyectar el curso de evolución y las estrategias de afrontamiento de nuestra Sociedad para los 12 meses que se avecinan.

El año 2014 fue, sin dudas, un año de consolidaciones y logros para la Sociedad. Se abrieron capítulos dedicados al avance de las ciencias de la Alimentación y la Nutrición en casi todas las provincias del país, y solo nos queda hacernos presentes en Artemisa y Camagüey, lo que haremos antes de que termine el primer trimestre del año. Se concluyó el Estudio Cubano de Desnutrición Hospitalaria que, aunque devolvió una tasa de desnutrición del 36.9%, inferior en 4.2 puntos al valor histórico (reducción ésta que todavía no podemos denotar como significativa), ha mostrado avances (pequeños todavía, es verdad, pero alentadores) en las formas y maneras en las que se reconoce y se trata la desnutrición hospitalaria. La versión definitiva del informe final del estudio aparecerá próximamente en la revista “Nutrición Hospitalaria”, órgano oficial de la SENPE Sociedad Española de Nutrición Parenteral y Enteral.

En estrecha colaboración con otras sociedades científicas de la salud (y entre ellas cito las de Nefrología, Oncología, Cirugía y Pediatría), nuestra Sociedad ha conducido un intenso programa de actividades docentes y reuniones científicas para discutir temas clave de la Alimentación y la Nutrición en el neurodesarrollo, la cicatrización, el cáncer, el crecimiento y desarrollo durante las edades infanto-juveniles, y las enfermedades orgánicas crónicas con destaque particular de la enfermedad renal crónica. Gracias a la labor del Dr. David León y numerosos colaboradores y especialistas apareció publicado el libro “Medicina Intensiva. Nutrición del paciente crítico”, que recoge pautas para el apoyo alimentario y nutricional de enfermos en situaciones críticas de salud. Una delegación de la Sociedad Cubana de Nutrición Clínica y Metabolismo estuvo presente en las actividades del XIII Congreso Latinoamericano de Terapia Nutricional, Nutrición Clínica y Metabolismo que se celebró en el pasado mes de Octubre del 2014 en la ciudad de Buenos Aires, República Argentina. Y como colofón de lo anterior, culminó otro proceso de certificación de la RCAN, y nada (hasta el momento en que se escriben estas líneas) parece impedir que se le otorgue el tan llevado y traido sello CITMA.

Estos innegables logros concurren con obstáculos, vulnerabilidades y tensiones que, llegado el caso, podrían escalar hasta constituirse en amenazas para el encargo y la misión de la Sociedad. En este año dejó de existir como tal el que durante muchos años fue el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos, ahora reconvertido (yo, cediendo a mi espíritu iconoclasta, diría mejor: reducido) en Centro de Nutrición e Higiene de los Alimentos, e integrado dentro de un conglomerado de cuyo título se borró la palabra “Nutrición”.

Para muchos, la legitimidad de una posición se origina del involucramiento personal en el desarrollo de la historia de las cosas, las personas y las organizaciones. Como no he sido partícipe de este proceso que terminó con la reconversión de un Instituto nacional en un centro (o tal vez departamento), no me estaría permitido opinar sobre los determinantes del mismo. Pero no debo pasar por alto la oportunidad de señalar que la desnutrición hospitalaria todavía afecta a la tercera parte de los hospitalizados, y que el reconocimiento, tratamiento y prevención en última instancia de la misma obliga a colocar nutricionistas debidamente formados, capacitados y entrenados al lado de la cama del enfermo, o mejor aún, en la propia comunidad donde vive con sus familiares y vecinos. Además, cuando el hospital se desdibuja como el ente que centraliza los cuidados y las prestaciones de salud, cobra mayor vigencia crear las redes de contención nutricional a domicilio.

Tampoco debemos negar que tenemos deudas nutricionales contraídas que aún no hemos saldado, como el bajo peso al nacer, el bajo peso de la embarazada en la captación, la anemia en la captación y durante el embarazo, y la anemia de la mujer en edad reproductiva. Los programas de suplementación nutricional que conducen el Gobierno y el Estado cubanos para paliar estas carencias aguardan igualmente por los nutricionistas equipados con conocimientos y habilidades y alentados a trabajar. Y la obesidad continúa escalando su presencia como una grave amenaza para la salud del país, que no puede movilizar los recursos terapéuticos existentes en otros lugares para una entidad en la que el trabajo preventivo: el eje fundacional de nuestro sistema de salud, es primordial.

Si todo lo anterior no bastara, entonces remito a los escépticos a la lectura de la conferencia magistral que la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS Organización Mundial de la Salud, impartió sobre Alimentación, Nutrición y políticas de salud en ocasión de su (tercera) visita de trabajo a nuestro país, apenas unos meses después de tomada la decisión de reconvertir el Instituto.

Tampoco puedo dejar de mencionar en este recuento las acciones y omisiones que han resultado en el cierre de los espacios hospitalarios donde ejercen los nutricionistas dedicados a la provisión de cuidados alimentarios y nutricionales al paciente ingresado. Una vez más: El nutricionista debe ocuparse de la preservación del estado nutricional del enfermo a lo largo de su tránsito por el proceso salud-enfermedad, como garantía del éxito terapéutico y la reinserción familiar, social, laboral y comunitaria del mismo. En un momento en que se insiste en incrementar la efectividad de los procesos y la calidad de los recursos, pretender que ello se puede alcanzar sin las debidas consideraciones sobre el estado nutricional del enfermo es ya una postura irresponsable. Por extensión, es aún más irresponsable tratar de alterar el avance, progreso y desarrollo de las ciencias de la Alimentación y la Nutrición en nuestro país con tales acciones y omisiones, y no pagar después un precio (muy elevado) por ello.

Frente a este panorama, la respuesta siempre será trabajar aún más teniendo nuestras metas claras y siempre con el mayor profesionalismo. En este año celebraremos tres jornadas regionales dedicadas a temas candentes como el cáncer, los cuidados críticos, el trauma y la accidentalidad, y las enfermedades orgánicas crónicas, las terapias sustitutivas y el trasplante de órganos. Los escenarios de estas jornadas serán (por orden) las ciudades de Santiago de Cuba, Cienfuegos, y La Habana. Convoco entonces a todos a traer sus experiencias a estos eventos, exponerlas, discutirlas, y regresar a sus lugares de desempeño enriquecidos con el intercambio hecho. Solo así justificaremos nuestra existencia como nutricionistas a quienes se les ha entregado la misión, la responsabilidad y el encargo social de velar por el estado nutricional de nuestros compatriotas.

Espero que les sea útil.

Con mis mejores afectos.

Dr. Sergo Santana Porbén.
El Editor.

 

 

¡FELIZ AÑO NUEVO 2015 PARA TODOS LOS AMIGOS Y COLEGAS!
¡PAZ Y PROSPERIDAD LES DESEA LA SOCIEDAD CUBANA DE NUTRICION CLINICA Y METABOLISMO!