De la creación de Grupos de Apoyo Nutricional en un hospital pediátrico

Inicio > Del Editor > Editoriales anteriores > Editorial 26 Febrero 2006

 

En el Editorial de esta semana trataré el tema de la atención alimentario-nutricional en hospitales pediátricos, a colación de un Comentario invitado cedido por el Dr. Rafael Jiménez García, y de la creación del Grupo Provincial de Atención Nutricional Materno-Infantil. Vayamos a las presentaciones.

Estamos asistiendo a un momento tal vez único en la historia de la práctica médica: la presencia cada vez mayor en nuestras unidades asistenciales de herramientas y tecnologías de la más avanzada generación salida de la Industria biomédica nacional y extranjera. Esta invasión tecnológica es la respuesta obligada a la necesidad de enfrentar nuevos retos en la asistencia médica, y traer consigo una mejor calidad de vida a nuestros pacientes.

La sabia utilización de estas herramientas y tecnologías obliga entonces a modificar las formas en las que se ha conducido la práctica médica en nuestras unidades, y a adoptar métodos inter- y trans-disciplinarios de trabajo. La organización piramidal de la asistencia médica va cediendo su lugar a formas lineales, e incluso matriciales, donde cada integrante del equipo de atención médica cumple su cometido (esto es, la tarea para la que ha sido formado), y la suma de todos los esfuerzos determina el éxito terapéutico.

No deja de ser interesante comprobar que la provisión de cuidados alimentarios y nutricionales al paciente hospitalizado sigue siendo una actividad eminentemente clínica, que no puede ser sustituida por ninguna máquina, y en la que el equipo de trabajo debe reunir datos de diverso origen, utilizando diferentes herramientas, para elaborar un programa de intervención que traiga como resultado la preservación/repleción del estado nutricional del enfermo, a fin de mejorar su respuesta ante la evolución de la enfermedad, o el tratamiento instalado.

Esta labor casi personalizada choca contra las demandas asistenciales que deben enfrentar diariamente los equipos de atención médica. Si no, ¿cómo explicar entonces las tasas de desnutrición hospitalaria que se reportan en la literatura internacional?

Una de las formas de resolver esta incongruencia pasa por la creación de grupos de especialistas dedicados a tiempo completo a la provisión de cuidados alimentarios y nutricionales al paciente, y que han sido dados en llamar “Grupos de Apoyo Nutricional”. Estos grupos, actuando de conjunto con los equipos básicos de asistencia médica, podrían dar un vuelco a tan delicada situación, e incluso, resultar en una optimización de los recursos, presupuestos y tecnologías involucrados en la práctica médica.

En el Comentario Invitado, el Dr. Rafael Jiménez García, pediatra y gastroenterólogo del Hospital “Juan Manuel Márquez”, nos ofrece las claves para la creación y puesta en marcha de tales grupos de apoyo nutricional en hospitales pediátricos, a partir de la experiencia acumulada por él y sus colegas en la operación de una Unidad de Nutrición Enteral en el Servicio de Gastroenterología de la institución de pertenencia. Con un lenguaje sencillo pero pormenorizado, el Dr. Jiménez García nos muestra la ruta crítica para la función de un GAN pediátrico, las acciones a tomar, y un cronograma de implementación.

Obviamente que las ideas vertidas por el Dr. Jiménez García constituyen una guía para la acción, más que una camisa de fuerza. Cada cual, en su ámbito local, debe aplicar creadoramente esta guía, teniendo en cuenta las tradiciones acumuladas, las fortalezas y las debilidades de sus respectivas organizaciones.

El Comentario Invitado llega en un momento importante para todos nosotros, recapturando el espíritu de este Editorial. Se ha creado un Grupo Provincial de Atención Nutricional Materno-Infantil para los hospitales pediátricos, gineco-obstétricos y materno-infantiles de Ciudad Habana, que coordinará los esfuerzos de muchos en la provisión correcta y segura de cuidados alimentarios y nutricionales a un amplio rango de personas: desde la mujer fértil hasta el adolescente, pasando por la embarazada, el recién nacido y el niño con necesidades nutricionales especializadas. Por lo tanto, no podemos sino agradecer al Dr. Jiménez García por tan oportuna comunicación.

Espero que les sea útil.

Con mis mejores afectos,

Dr. Sergio Santana Porbén.
El Editor.