Acerca del III Congreso Nacional de Nutrición Clínica

Inicio > Del Editor > Editoriales anteriores > Editorial 17 Julio 2005

 

Después de 9 meses de organización, y 7 días de intensa y febril actividad, llegó a su (feliz) término el III Congreso Nacional de Nutrición Clínica, el máximo evento científico que organiza la Sociedad Cubana de Nutrición Clínica. Se impone entonces, como debe ser la costumbre, resumir los logros y triunfos obtenidos, las fallas ocurridas, y las nuevas metas y aspiraciones a alcanzar.

Siempre debe tenerse en cuenta que un Congreso Nacional es, de por sí, un momento alto en la historia de una sociedad integrada por profesionales vinculados a la salud. Con esa visión como elemento directriz, nos propusimos, como organizadores, tratar de reunir a todos los que están involucrados en la prestación de cuidados nutricionales al paciente en cualquiera de los escenarios de la actividad médico-quirúrgica, tanto a los médicos, enfermeras, dietistas y nutricionistas, farmacéuticos, bioquímicos y laboratoristas, y demás representantes de los equipos de salud, como a las instituciones dedicadas a la investigación y desarrollo en las diversas áreas de la Alimentación y la Nutrición. Por primera vez en la historia de estas reuniones se acentuó el carácter inter- y transdisciplinario de la provisión de cuidados nutricionales a los pacientes necesitados, y en virtud de ello, las distintas formas de organización de un Congreso se integraron con especialistas provenientes de diversas instituciones y áreas de desempeño, aún cuando el hilo conector no fuera suficientemente evidente.

Por otro lado, y debido a la omnipresencia de la Alimentación y la Nutrición en todas las facetas de la actividad humana en general, y médico-asistencial en particular, se trató de darle cabida en el Programa Científico de la reunión a (casi) todos los aspectos novedosos de estas ciencias. Para que se tenga una idea: se programaron 4 Conferencias magistrales, 60 Conferencias temáticas, 40 Simposios, 4 Mesas de Encuentro y Debate, 20 Mesas Redondas, 3 Paneles de Expertos, y 2 Talleres de demostración. Se celebraron 6 Cursos precongresos. Cerca de 150 profesores intervinieron como conferencistas en el Congreso.

Se puede afirmar, sin caer en retórica gastada, o en equivocaciones flagrantes, que la transdisciplinareidad fluida y transparente fue el logro principal del evento. Entre las instituciones representadas en el Programa Científico de la reunión estaban: los Institutos de Nutrición e Higiene de los Alimentos, Endocrinología, Gastroenterología, Nefrología y Oncología, de Investigaciones de la Industria Alimentaria y de Investigaciones Avícolas, el Centro Nacional de Biopreparados (BIOCEN), el Instituto de Vacunas Finlay, el Instituto de Farmacia y Alimentos (IFAL), el CIMEQ, el Hospital Hermanos Ameijeiras, el Centro de Inmunología Molecular, el Instituto Superior de Ciencias Médicas, INFOMED y la Editorial Ciencias Médicas. Los representantes de estos centros dejaron a un lado sus sectarismos e intereses personales para ofrecer a los asistentes una visión armónica, realmente ecuménica, del reto que significa la preservación del estado nutricional de individuos y poblaciones por igual.

La cifra de asistentes al evento fue sin precedentes. 190 delegados provenientes de todo el país (la Isla de la Juventud incluida) mostraron sus experiencias en sus respectivas áreas de desarrollo. Debo confesar que algunos de los Temas en Cartel me impresionaron gratamente, por su diseño, redacción y la novedad encerrada en los resultados expuestos.

La madurez y la fuerza alcanzadas por la Sociedad Cubana de Nutrición Clínica (a pesar de su relativamente corta existencia) podrían ser otros de los logros de este III Congreso. Podemos afirmar que ya ocupamos un lugar importante dentro de los equipos de atención al paciente, gracias a un trabajo sistemático, callado, paciente y consistente.

La disciplina durante la celebración de las sesiones del Congreso, y la elevada asistencia de los delegados fueron otros de los logros de la reunión. Hay que hacer notar que se cumplió más del 90% del Programa Científico, lo que habla del compromiso de los Profesores invitados, y que se registró una participación en las distintas actividades del evento mayor del 80%.

¿Insatisfacciones? ¿Fallas? Como en toda actividad humana, las hubo. El tiempo asignado resultó insuficiente para decir todo lo que queríamos decir. Todavía no nos hemos entrenado en decir lo justo y necesario en el menor tiempo posible. La inclusión de tantos temas importantes en el Programa Científico y la inmutable realidad de un tiempo limitado conspiró contra la celebración de algunas de las jornadas del Congreso, y obligó a continuos (e inevitables) reajustes en el Programa de actividades. En honor a la verdad, debo confesar que, en mi condición de Presidente del Comité Científico, quedaron fuera de programa temas suficientes como para celebrar un segundo congreso.

Y eso es, precisamente, lo apasionante de la Alimentación y la Nutrición: su indivisibilidad de la propia existencia del ser humano. Donde quiera que profundicemos en la comprensión de las complejas relaciones entre la salud y la enfermedad, siempre terminaremos considerando un evento metabólico, un fenómeno nutricional, por cuanto el estado nutricional es (tal vez) la expresión más concentrada del estado de salud de una persona.

Espero que les sea útil.

Con mis mejores afectos,

Dr. Sergio Santana Porbén.

El Editor.