Inicio > Del Editor > Editoriales anteriores > Editorial 30 Julio 2007
Con este Editorial retomo mis obligaciones como Editor del Sitio de la Sociedad, después de varios meses de forzosa inactividad. Les pido disculpas a mis fieles lectores, por haberlos abandonado por tanto tiempo. Muchas ideas, muchas tareas, muchos proyectos, muy poco tiempo. También contribuyeron a este largo período de silencio digital las dificultades tecnológicas inherentes al mantenimiento del Sitio dentro de la Red de redes. Y ello me ha dado pie al tema de este Editorial.
Hace poco leí en el Servicio de Noticias del Google que los “graneros” digitales, esto es, los discos duros de los servidores que hospedan (albergan) sitios en la Internet están prácticamente saturados, lo que hará imposible seguir abriendo nuevos sitios, o actualizando los ya existentes, a menos que se produzca una revolución tecnológica que resulte en discos duros más grandes, más robustos y más veloces que los actuales (una medida más eficaz, expedita y barata sería eliminar aquellos sitios que han caído en desuso, o se han vuelto inactivos, para dejar espacio a los nuevos). También preocupa a muchos el agotamiento de los dominios en la Internet, esto es, las direcciones que se asignan a los sitios con fines de identificación, referencia y acceso.
Ciertamente, en los últimos años ha ocurrido una revolución digital, con un crecimiento hipergeométrico en el número de sitios y el volumen de información que contienen, dejando a la zaga el soporte tecnológico necesario para sostener tal ritmo de crecimiento.
¿Y en qué estas cuestiones nos pueden afectar? Hay que recordar que el Sitio de la Sociedad se inauguró hace tan solo 5 años (y parece que fue ayer…, como diría el bolerista inmortal), y en ese tiempo hemos consumido (casi) todo el espacio asignado en el disco duro del servidor que la alberga. Este espacio ha sido utilizado para “cargar” desde las páginas que componen el Sitio (que ya son unas cuantas), hasta recursos para la educación continuada y formación de especialistas y profesionales, como artículos y tiras de diapositivas. También el Sitio incluye la Revista Cubana de Alimentación y Nutrición, que ya alberga 2 números, y espacios para el Grupo de Apoyo Nutricional del Hospital Clínico-Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”, donde se pueden consultar y descargar las publicaciones de los integrantes del Grupo, y el Grupo Provincial de Atención Nutricional Materno-Infantil de Ciudad Habana, con pautas para la organización de los cuidados nutricionales en las instituciones de salud materno-infantil de la ciudad-provincia. Además, en el Sitio de la Sociedad se conserva la memoria histórica de los Congresos de Nutrición Clínica, con los temas discutidos, las memorias y resúmenes, las relatorías, e incluso las fotos de recuerdo.
Luego, estamos en un punto en que llegaremos al máximo de nuestro “espacio vital” (nunca tan bien pronunciada esta frase), lo que nos impediría seguir creciendo y ofreciendo servicios, recursos y novedades a nuestros seguidores.
¿Cómo enfrentar este dilema aparentemente irreconciliable? Tendremos que establecer prioridades sobre qué recursos colocar en el Sitio, y por cuánto tiempo, antes de “bajarlos”, y ofrecerlos en formatos alternativos para los interesados (discos compactos, pen-drivers, iPods, etc.). Habría que hacer un uso más profuso de los vínculos a otras páginas en otros sitios, desde las cuales descargar los materiales de nuestro interés, y limitar el uso de imágenes y otras hechuras gráficas y artísticas, que si bien engalanan las páginas del Sitio, no es menos cierto que ocupan “espacio vital”, y enlentecen la “carga” de las mismas, con lo que eso significa en un país como el nuestro con las limitaciones del ancho de banda.
Sin embargo, percibo que estas medidas serán de entretiempo, y se agotarán rápidamente. Si en 5 años estamos a punto de saturar el espacio físico asignado inicialmente, no pasarán 2 años sin que necesitemos doblar el actual. En definitiva, creo que ha llegado el momento en que el Sitio de la Sociedad Cubana de Nutrición Clínica deje de ser un subdirectorio en el disco duro del servidor de los sitios de salud de Cuba, para convertirse en una verdadera dirección www dentro del concierto de sitios de la Red de redes.
Espero que les sea útil.
Con mis mejores afectos,
Dr. Sergio Santana Porbén.
El Editor.