Laboratorios en todos los centros provinciales de higiene
A Heliodora Díaz Padrón, ingeniera química, todos le dicen la China. Tiene 80 años. Es muy activa y la primera en incorporarse a cualquiera de las visitas por complicado que sea el lugar. Desempeña la jefatura del Departamento de Riesgos Químicos. En el momento en que la entrevistamos llevaba a cabo una investigación de los expuestos al plomo, metal que puede provocar una enfermedad profesional denominada saturnismo.
De izquierda a derecha, Heliodora Díaz y María Esther Linares. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda
“Existe una red de laboratorios muy similares al nuestro en todos los centros provinciales de epidemiología donde hacen estos controles. Cuando tienen un caso dudoso nos lo envían.
“Si el trabajador rebasa el límite de plomo en sangre hay que separarlo de su puesto, a los tres meses se le hace un chequeo y si está normal, retorna. Así mismo ocurre con los plaguicidas y diferentes sustancias. Si continúa manifestando daño después de los 6 meses de certificado médico, pasa por una comisión de peritaje médico laboral.
“Sobre el accionar de esos grupos mantenemos atención permanente. Hay 81 comisiones municipales, 15 provinciales y la comisión nacional que rige metodológicamente a estas, en las que se recogen las principales características en cuanto a enfermedad, organismo, ocupación, grupos de edades”.
“A partir de 1995 a la máxima dirección del país le preocupó que con nuestros positivos índices de salud se registrara tanta incapacidad total, y se le dio la tarea a este Instituto de analizar el problema. De 28 mil trabajadores con esta condición en ese año, bajamos a 16 mil al siguiente, y nos hemos mantenido entre 10 mil y 12 mil. Fue el resultado de un mayor énfasis en el trabajo preventivo y de una labor encaminada a lograr que las comisiones estén integradas por el personal más calificado”, explicó el doctor Waldo.
Maestría y una nueva especialidad
Allí imparten una maestría que acumula 300 egresados en salud ocupacional provenientes de distintas esferas: psicólogos, abogados, economistas…, y pronto comenzará la cuarta edición.
María Esther Linares, quien estuvo al frente del Instituto durante 18 años, jubilada y recontratada, hoy se dedica a la investigación y es una de las pocas expertas en Medicina del Trabajo del país. “Estamos empeñados en rescatar esta especialidad de diagnóstico y tratamiento e hicimos un programa de formación emergente, pendiente de aprobación. Se dedica a la prevención de las enfermedades profesionales, y en ella desempeña un papel fundamental el médico”.
El Insat tiene la condición de Unidad de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; es Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud, para salud ocupacional, y miembro de las principales instituciones que tienen que ver con esa temática a nivel regional.