Cada 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la sensibilización sobre diabetes del mundo. Una enfermedad que ha ido en aumento continuo en nuestros tiempos. Este año el tema fundamental radica en la “Familia y diabetes” y su objetivo es sensibilizar acerca del impacto que la enfermedad tiene sobre la familia y la red de apoyo de los afectados, además de promover el papel de la familia en el manejo, el cuidado, la prevención y la educación sobre dicha epidemia.
La diabetes es una enfermedad crónica que se origina porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, la elabora de una calidad inferior o no es capaz de utilizarla con eficacia.
La insulina es una hormona producida por el páncreas. Su principal función es el mantenimiento de los valores adecuados de glucosa en sangre. Permite que la glucosa entre en el organismo y sea transportada al interior de las células, en donde se transforma en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Además, ayuda a que las células almacenen la glucosa hasta que su utilización sea necesaria.
De no tratarse ni controlarse, la diabetes puede generar complicaciones que cambiarían la vida. Entre ellas se encuentran la ceguera, las amputaciones, la insuficiencia renal, los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.