Por: Lic. Lilianis Becerra Paz
El 10 de enero, hace 93 años fue asesinado por sicarios de, “asno con garras”, a balazos por la espalda, como había vaticinado, el joven líder estudiantil y antiimperialista cubano, Julio Antonio Mella Mc Partland, de noche cuando caminaba por una calle de la ciudad de México con su compañera, Tina Modotti.
Cortaron su fecunda vida, con solo 25 años, convirtiéndose en uno de los héroes eternos de la Patria, con una obra tan extraordinaria que resulta difícil comprender cómo pudo hacer tanto, en tan corta vida. Su mensaje antiimperialista mantiene hoy plena vigencia, cuando decía: “La hora es de lucha, de lucha ardorosa; quien no tome las armas y se lance al combate pretextando pequeños desprecios, puede calificarse de traidor o cobarde. Mañana se podrá discutir, hoy solo es honrado luchar”.
Sus primeros trabajos periodísticos aparecieron en la revista universitaria Alma Máter, de la que fue fundador y administrador, es uno de los fundadores de la FEU, se convierte en el líder de la lucha estudiantil por la reforma universitaria y presidente de la organización, organiza y dirige el Primer Congreso Nacional de Estudiantes, y crea la Universidad Popular José Martí.
Al interés por la renovación universitaria, unió la preocupación política por la modernización de la sociedad, en busca de la ampliación de la democracia y la participación de los estudiantes en la vida nacional. Sobre la función social de la Universidad expresó: “El más alto centro de cultura no debe ni puede ser una simple fábrica de títulos. Una universidad latina no es una escuela de comercio a donde se va a buscar tan solo el medio de ganarse la vida: la universidad moderna debe influir de manera directa en la vida social, debe señalar las rutas del progreso, debe ocasionar por medio de la acción ese progreso entre los individuos, debe por medio de sus profesores arrancar los misterios de la ciencia y exponerlos al conocimiento de los humanos”.
Fue director y redactor de la revista Juventud, fundador de la Liga Anticlerical y de la sección cubana de la Liga Antiimperialista de Cuba junto a Carlos Baliño y Rubén Martínez Villena, llegó a convertirse en el máximo orientador de la organización en toda Latinoamérica, ingresa en la Agrupación Comunista de La Habana y desde ella despliega un trabajo muy activo entre el proletariado.
Fundó junto a Carlos Baliño el 1er Partido Marxista-Leninista en Cuba, siendo su primer secretario de organización. Expulsado de la Universidad de la Habana por sus acciones revolucionarias y de rebeldía, siendo además detenido por las autoridades, en la cárcel, se declara en huelga de hambre indefinida, es liberado tras campaña del comité Pro- Libertad de Mella.
Exiliado en México, se vincula al movimiento revolucionario continental e internacional del que es nombrado secretario general, establece contacto con los revolucionarios y demócratas de toda la región e impulsa las actividades preparatorias para un evento internacional. Desde esa condición asiste al Congreso Mundial contra la opresión colonial y el imperialismo, celebrado en Bruselas, donde contacta con los revolucionarios y luchadores anticolonialistas de 37 países y 137 organizaciones progresistas del mundo.
Ya herido de muerte ratifica “Muero por la Revolución”, legado que trasciende hasta nuestros días. Tina lo recalcó al declarar: “En la persona de Mella asesinaron no solo al enemigo del dictador cubano, sino al enemigo de todas las dictaduras… Esta noche, un mes después del cobarde asesinato, honramos la memoria de Mella prometiendo seguir su camino hasta lograr la victoria de todos los explotados de la tierra. De esta manera lo recordamos como él lo hubiera preferido: no llorando, sino luchando”.
Las cenizas de Mella fueron trasladadas a La Habana el 29 de septiembre de 1933, y reposan frente a la escalinata universitaria por la cual tanto luchó. Los estudiantes universitarios han sabido ser fiel a su legado al asumir las tareas del nuevo tiempo histórico y, los de Ciencias Médicas en particular, han estado a la Vanguardia en estos momentos en que la Patria necesita enfrentar con dignidad las adversidades de la pandemia y la despiadada política imperial del gobierno de los Estados Unidos y sus acólitos.