Por: MSc. Olga Lydia paz Figueroa
Cuba recuerda a sus mujeres de ayer y hoy que en la vida pública unas, en el anonimato otras, nutren la Patria de realidades hermosas y como calmante increíble curan heridas, consuelan y edifican.
“Sin la mujer, la obra ingente de la Revolución no habría sido posible. A lo largo de estos años difíciles, no ha habido tarea económica, social y política, no ha habido logro científico, cultural y deportivo, no ha habido aporte a la defensa de nuestro suelo y de la soberanía de la Patria, que no haya contado con la presencia invariablemente entusiasta y patriótica de la mujer cubana. Nadie como ella ha hecho los mayores sacrificios en el periodo especial que estamos aun viviendo, ni se ha empinado tanto hasta convertir en hazaña el esfuerzo cotidiano.”
¡Mujer!, Patria, Amor, Vida, Esperanza y Futuro; son expresiones que las reconocen a todas, en todos los espacios colmados de virtud. La Revolución tiene en ellas un verdadero ejército, una impresionante fuerza política, que evidencia lo indetenible de la marcha de nuestra patria hacia el porvenir próspero.
Pongamos corazón a la familia, al barrio, la comunidad, la Patria, la Revolución, el Socialismo y el futuro luminoso. Con la entrega de Mariana, con la firmeza de Ana Betancourt, con la pasión de Haydeé, con el legado de Melba y de Celia, con el acero y la miel de Vilma: Pongamos corazón a la Unidad para enfrentar, resistir y Vencer.
Celebremos este 61 aniversario con entusiasmo, creatividad, responsabilidad y cultura del detalle, enalteciendo el papel de las mujeres de todos los sectores, en especial las de la salud y la ciencia que han demostrado la nobleza y la vocación humanista aprendidas de nuestro “Guerrillero del Tiempo” Fidel Castro”.