Por: Profesora Consultante María del Carmen Amaro Cano
Vice-Presidenta Sociedad Cubana Historia de la Medicina
Nelson Mandela, abogado, educador de civismo y salubrista destacado del siglo XX (1918-2013)
Hoy 18 de julio 2021, conmemoramos el Aniversario 103 del natalicio de Nelson Rolihlahla Mandela, quien nació un día como hoy, en 1918, en Mvezo, un poblado de 300 habitantes, en la antigua Unión Sudafricana.
Pertenecía al clan Madiba – por lo que fue conocido por ese apelativo- en su país ha sido también llamado Tata. Era uno de los 13 hijos de su padre, con la tercera de sus 4 esposas. Era bisnieto del rey Ngubengcuka.
Estudió Bachillerato en el Colegio Universitario de Fort Hare, donde fue elegido como miembro del Consejo de Representantes Estudiantiles. Poco tiempo después fue expulsado, junto con un compañero, por participar en una huelga estudiantil. Se trasladó entonces a Johannesburgo, y allí logró completar sus estudios por correspondencia, en la UNISA. Luego estudió Derecho, en la Universidad de Witwatersrand, donde se graduó, en 1942, como abogado.
Abogado y político, por su coraje físico y político y su gran amor a su Patria, alcanzó el liderazgo del Umkhonto we Sizwe, brazo armado del Congreso Nacional Africano (CNA)
En medio de la lucha, fue arrestado en 1962 y condenado por sabotaje, además de otros cargos, a cadena perpetua. Estuvo 27 años en la cárcel, la mayoría de los cuales, confinado en la prisión de Robben Island.
En febrero de 1985 el Presidente Botha le ofreció la liberación condicional a cambio de que renunciara a la lucha armada. Mandela rechazó la oferta, haciendo un comunicado a través de su hija Zindzi diciendo: “¿Qué libertad se me ofrece, mientras sigue prohibida la organización de la gente? Sólo los hombres libres pueden negociar. Un preso no puede entrar en los contratos.”
El 11 de febrero de 1990 fue liberado y, a partir de ese momento, lideró a su Partido en las negociaciones para conseguir una democracia multirracial en Sudáfrica, cuestión que se logró alcanzar en 1994, con las primeras elecciones democráticas por sufragio universal. En ellas, Mandela ganó las elecciones y fue el primer Presidente negro de Sudáfrica.
Gobernó el país desde 1994 hasta 1999. El gran objetivo de su mandato estuvo centrado en la reconciliación nacional, manteniendo a De Klerk como vicepresidente, y tratando de atraer hacia la participación democrática al Partido Inkhata, de mayoría zulú; también se aprobó una nueva Constitución.
La política de respeto a todos los ciudadanos, con independencia de su sexo, edad, color de la piel, creencias religiosas, nivel de instrucción y status económico y social fue el centro de sus acciones desde inicios de su mandato como Presidente.
La especial sensibilidad humana de Mandela es una de las facetas de su característica personal y se puso especialmente en evidencia en su actuación desde la cima del poder, en su lucha contra la pobreza extrema y el hambre; pero también al no abusar de ese poder, ni siquiera para cobrarle a quienes le habían hecho sufrir durante años en prisión.
La voluntad política para mejorar las condiciones materiales de existencia de su pueblo (viviendas, trabajo, salario, alimentación, educación, salud) se materializó en muchas de las medidas tomadas durante los años en que ejerció el gobierno en Sudáfrica. Un ejemplo a destacar, es la atención a la infancia.
Al terminar su mandato en 1999 abandonó la vida política, y en 2004 la vida pública.
Fue siempre un hombre muy respetado y admirado en distintos lugares del mundo, por organizaciones nacionales e internacionales y por personas con distintas cosmovisiones y partidismos políticos.
Recibió más de 250 premios y reconocimientos internacionales, entre ellos:
– 50 Doctorados Honoris Causa por distintas universidades del mundo;
– Premio Internacional Simón Bolívar (1983);
– Premio Sájarov (1988);
– Premio Internacional Al Gadafi por los Derechos Humanos (1989);
– Bharat Ratna, Premio civil de mayor prestigio de la India;
– Orden de San Juan y Premio Lenin de la Paz (1990);
– Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional
– Orden Nacional José Martí, Cuba (1992);
– Premio de la Paz de Mahatma Gandhi
– Premio Nobel de la Paz (1993);
– Orden al Mérito del Reino Unido (1995);
– Orden del Mérito de la FIFA (1998);
– Medalla Presidencial de la Libertad (2002);
– Embajador de la Conciencia, premio otorgado por Amnistía Internacional (2006);
– Escultura en el Palacio de Westminster, Londres (2007);
– Arthur Ashe Award (2009);
– Orden del Águila Azteca (2010)
– Doctor Honoris Causa por 8 universidades de la red Laureate
International Universities:
Universidad Europea (Madrid)
Universidad Andrés Bello (Chile)
Walden University (EUA)
Universidad de Ciencias Aplicadas (Perú)
Universidad de Bilgi (Estambul),
Universidad de Carabobo (Venezuela),
Universidad de las Américas (Ecuador)
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Islas Canarias).
En sus últimos años tuvo diferentes problemas de salud, como consecuencia de su estancia durante 27 años en prisión y también por su avanzada edad.
Su última aparición pública fue en la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol de 2010, celebrado en Sudáfrica.
Mandela es, sin lugar a dudas, un ejemplo de hombre verdaderamente humanista. Algunas frases dichas en momentos y lugares específicos pueden servir de evidencia de esta característica suya; pero también hablan del gran contenido político con una fuerte carga ética:
“La muerte es algo inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz. Creo que he hecho ese esfuerzo y que, por lo tanto, dormiré por toda la eternidad”.
“Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo”.
Madiba –como los sudafricanos apodan a su primer Presidente negro- se caracterizó siempre por su sencillez y modestia, el gran amor a su Patria, su ansia de paz para el mundo, el respeto a todos y la tolerancia, unidos estos valores a sus fuertes principios y convicciones que guiaron siempre su accionar.
Haciendo suyos los pre-requisitos para la salud, establecidos por la Carta de Ottawa, durante su mandato luchó por la paz, la educación, la vivienda, la alimentación, la renta, un ecosistema estable, la justicia social y la equidad.
Coincidente con el espíritu de José Martí, el Apóstol de Cuba, supo “cultivar la rosa blanca” incluso para los crueles que le tuvieron en severo encarcelamiento durante 27 años.
En el Aniversario 103 de su natalicio, una vez más honramos a este abogado, que de joven renunciara a su herencia como jefe de una tribu xhosa, para enriquecerse con la admiración, el respeto y el cariño que le profesamos millones de personas en el mundo entero al carismático político que merecidamente fuera reconocido como Premio Nobel de la Paz, en 1993.